Llegué a The Family Experiment un poco por casualidad, John Marrs no es un autor que haya pasado cerca de mi radar, algo de lo que me arrepiento porque al menos esta obra me ha cautivado. Se podría categorizar más como thriller que como ciencia ficción, pero es indudable su valor especulativo y su proyección del Reino Unido en un futuro cercano que es tan frustrante y desesperanzador como plausible.
En lo primero en que me gustaría hacer hincapié es en los extraordinarios valores de producción del audiolibro, ya que no han faltado medios para disponer de diversos narradores para cada punto de vista, e incluso hay intervalos musicales, sonidos FX y demás parafernalia para hacer de la audición una experiencia muy inmersiva.
The Family Experiment es el nombre de un nuevo reality show que ofrecerá a los participantes la oportunidad de criar un hijo virtual, con crecimiento acelerado durante los meses que dure el concurso pudiendo obtener como premio la permanencia de esa descendencia virtual o un jugoso premio económico que se podría destinar a tratamientos de fertilidad. Como en todo reality show que se precie, los concursantes pasan por un proceso de criba que busca los que mas impacto puedan causar en el espectador para conseguir la máxima audiencia posible. Hasta aquí nada nuevo.
Lo que nos ofrece Marrs es una especulación sobre los extremos a los que son capaces de llegar los humanos cuando se enfrentan a situaciones límite y, sobre todo, cuando no se cuenta con el apoyo de un Estado del bienestar que amortigüe los impactos. Como terrible trasfondo, la venta de niños hacia Europa por parte de padres desesperados que no pueden hacerse cargo de su manutención, la adicción a las drogas de diseño, la absoluta falta de moral de las empresas que desarrollan la IA con el sufrimiento humano y más y más depravaciones que resuenan en nuestro cerebro como falsas, pero creíbles. La denuncia social vestida de entretenimiento para masas es una baza que el autor de Northamptonshire utiliza de forma muy acertada.
El ritmo es excelente desde el principio, in crescendo conforme se van conociendo el pasado de los participantes, que obviamente es bastante más turbio de lo que su fachada exterior podría dar a suponer. El libro funciona como una obra de relojería, aumentando la tensión conforme van quedando menos familias en la contienda, como todo concurso de popularidad que se precie. Y hay que admitir que el autor no deja nada sin explicar, con unos capítulos finales en los que seremos testigos del modus operandi aplicado en cada caso, dando una solución tan perfecta y ajustada que la verdad, le quita un poco de alma al libro.
The Family Experiment ha sido toda una sorpresa para mí y además una muy agradable.