Metal from Heaven

Metal from Heaven es uno de los lanzamientos más importantes del año para Erewhon Books, que ha lanzado una campaña de marketing acorde a sus planes. Y es que la novela de August Clarke tiene muchas bazas para ser un bombazo, aunque conmigo haya fallado totalmente.

Metal from Heaven es una novela excesiva, que trata muchos temas de importancia pero que precisamente por su grandiosidad se pierde a veces en su propia complejidad, con una prosa que tampoco hace nada fácil la lectura, ya que la protagonista se dirige en numerosas ocasiones a un tú que muere al principio del libro y el propio relato está fracturado y tergiversado por la enfermedad que sufre.

En el comienzo de la novela seguiremos los pasos de Marney, que trabaja en una mina de ichorite, el metal caído del cielo que está propulsando la revolución industrial en su mundo. Poco importa que para su uso sea necesaria la explotación de personas, que las alergias al mineral sean terribles y que la muerte aceche en la mina, cuando hay pingües beneficios a la vista. Podríamos pensar que estamos ante una crítica al capitalismo más descarnado pero no es solo eso, ya que Marney se embarcará en una carrera desesperada para conseguir vengarse del dueño de la mina y Malvado por antonomasia de la historia.

Se nota también cierto aire de western en esta segunda parte de la historia, con asaltos a trenes en vez de diligencias y la vida de los forajidos expuesta en toda su crudeza. El influjo del tema de la familia encontrada también se palpa en todas las escenas desde que acogen a Marney tras su huida de la mina. También hay una diversidad religiosa que aunque Clarke pretende clarificar y resulta bastante atractiva, no llega a fructificar en ningún momento.

Las escenas de sexo son explícitas y duras, como reflejo de la dominación que existe en el mundo. Mucho sexo lésbico, con constantes referencias a arneses y demás parafernalia que puede hacer sentir incómodo a algunos lectores. No obstante, creo que no es ni de lejos lo más representativo de esta extensa novela.

Me hubiera gustado que se hubieran centrado algo más en la lucha de clases, que sin duda la hay, pero creo que August Clarke ha querido abarcar tanto en una sola novela que no acaba de ser una obra fluida, si no una amalgama de temas, la escoria que queda en el crisol cuando se lleva a cabo la fundición. Y eso sin llegar a hablar del final de la novela, que no creo que esté mal definido si lo calificamos como lisérgico, descendiendo directamente en el terreno del weird.

En definitiva es un libro muy difícil de describir, al que es mejor llegar con la mente abierta y las expectativas quizá no muy elevadas, para entrar en el juego que nos plantea August Clarke. Para mí, no ha funcionado, pero he visto muchas reseñas elogiosas, así que quizá el problema sea mío.

The Last Hour Between Worlds

Parece que este es mi año de libros con misteriosos asesinatos en habitación cerrada y un toque de viaje en tiempo, pero desde luego si me tienen tan entretenida como The Last Hour Between Worlds, no tengo derecho a quejarme.

Melissa Caruso tiene ya varias trilogías publicadas, pero por lo que sea nunca me había puesto con algún libro suyo. Así que cuando vi que se publicaba esta novela, que la verdad tenía buena pinta y tuve la oportunidad de acceder al audiolibro, no hubo más impedimentos para ponerme con ella.

La protagonista del libro es Kembral Thorne, una investigadora en un reino mágico de fantasía que está de baja maternal. Es su primera noche fuera, tras dejar a su bebé a cargo de su hermana durante unas horas para asistir a una fiesta de cotillón que se presume divertida, pero que acabará siendo un carrusel de asesinatos. Es una premisa muy interesante, pero si a esto le añadimos la capacidad de Thorne para saltar a nuevas capas de la realidad llamadas Ecos en las que pululan extrañas criaturas, la novela promete.

En primer lugar me gustaría destacar y mucho el hecho de que Kembral sea una madre primeriza reciente, con todo lo que ello conlleva. La falta de sueño, las presiones sociales por saber cuándo se volverá a incorporar al trabajo si es que lo hace, la dualidad entre ser madre y seguir siendo mujer… Me he sentido extremadamente identificada con la protagonista, incluso cuando está deseando volver a ver a su hija aunque solo sea por darle de mamar y descansar un poco de la presión de la leche en su pecho. En este sentido la novela es tremendamente realista, aunque en los demás pues siga siendo una obra fantástica muy entretenida.

En el transcurso de la fiesta Kembral descubre que todos los asistentes forman parte de un juego macabro que llevan a cabo las entidades más poderosas del mundo mágico para nombrar el año que está por llegar, lo que a su vez se aúna con las intrigas más mundanas de los gremios humanos para luchar por algo más de poder e influencia. El hecho de que el mundo a su vez se vaya desgajando en ecos más y más alejados de la realidad y por lo tanto más peligrosos, no hace si no añadir más picante e interés a la narración. Si te dejas llevar por el ritmo endiablado de los saltos entre realidades, disfrutarás muchísimo con el libro.

A este disfrute también contribuye la espléndida narración de Moira Quirk, que personifica a cada invitado a la reunión de una forma individualizada y perfectamente reconocible.

Por buscarle alguna pega al libro, que ya digo que es entretenidísimo, quizá sobren algunos de los planos de realidad en los que se va sumergiendo Kembral, porque se supone que más de 4 niveles de profundidad ya es de locos y ella sigue y sigue bajando hasta conseguir su objetivo. Además de algunas casualidades bastante bien traídas y convenientes para la subtrama romántica del libro, que tiene representación bisexual para nada forzada y muy creíble. Quizá suene un poco repetitivo lo cansada que está por no dormir pero es que puedo garantizar que cuando no duermes cuidando a tus hijos es algo que no se te quita de la cabeza.

Creo que podría haber funcionado perfectamente con una novela única, pero se anuncia como la primera de una saga porque la construcción de mundo es tan atractiva que dar para mucho más. No tengo duda de que leeré las siguientes entregas.

The Faithless

En su momento hubo mucho ruido alrededor de la publicación de The Unbroken de C.L. Clark y aunque a mí no me llegó a convencer del todo, sí que decidí darle una oportunidad a la continuación, The Faithless. El refranero español que tiene sabiduría para todas las ocasiones, dice que segundas partes nunca fueron buenas y esta vez acierta de pleno.

The Faithless cambia radicalmente de escenario, ya que las dos protagonistas de la saga viajan a Balladaire para reclamar el trono de Luca. Solo hay algunos pequeños impedimentos, como el ansia de poder del tío de Luca, a la sazón regente del imperio y los tremendos juegos de poder de una corte que Luca puede comprender, pero que a Touraine le viene grande como un zapato de Wembanyama me vendría a mí. Su papel como embajadora de Qazal, buscando cimentar la libertad de la excolonia, es una fuente constante de problemas, bien sea por su desconocimiento del entorno cortesano o por su fuerte carácter. El caso es que el conflicto está servido.

Lo que salva el libro es la presencia de Sabine, la amiga de Luca que se mueve como pez en el agua en el océano político que es Balladaire y que además adereza cada intervención con un comentario salaz. Pero es demasiado poco para equilibrar una trama que se pierde entre complots e intrigas, pero a la que le falta acción y fantasía. A Luca le faltan redaños para enfrentarse directamente a su tío, cosa que a él le sobra para ir reduciendo el exiguo círculo de aliados con los que cuenta la aspirante al trono.

La magia brilla por su ausencia, algo que también va un poco en detrimento del interés de la novela. Se supone que todos los actores implicados ansían utilizarla, pero no aparece por ninguna parte, por lo que no se entiende muy bien qué interés podrían tener en controlar un recurso que parece el Guadiana.

Es posible que haya lectores a los que les parezca creíble la relación entre Luca y Touraine, pero a mí me parece forzada, impostada y la verdad, un poquito cargante. Que esta química no haya funcionado también es una pesada carga que el libro no es capaz de sobrellevar.

Mucho tendrá que cambiar la cosa para que lea la tercera entrega de la serie.

Rise of the Red Hand

Recuerdo que cuando se publicó Rise of the Red Hand hubo cierto revuelo en redes sobre el libro, sobre todo porque había mechas y un cierto aire reivindicativo en la obra. Lo cierto es que una vez apaciguadas las aguas tras tres años desde su publicación, Rise of the Red Hand no ha dejado mucha huella pero no por ello deja de ser una novela destinada al público juvenil que tiene detalles interesantes. Veamos algunos de ellos.

Creo que quizá lo más llamativo sea la ambientación futurista de esta distopía climática, situada en el sudeste asiático. Si bien es cierto que ya asistimos a una ambientación similar en La Chica Mecánica, no es menos cierto que se agradece el cambio de las omnipresentes megaciudades norteamericanas. La autora ha sabido de dotar de un sabor especial al libro, con referencias religiosas, culturales, gastronómicas que se salen de lo habitual.

La subida del nivel del mar en el futuro ha provocado migraciones humanas que han aumentado aún más si cabe las desigualdades entre los privilegiados y los demás. El movimiento de resistencia es la Red Hand, un sistema distribuido de protestas y activismo que pretende la redistribución de la riqueza. El mundo está fracturado en provincias tras la tercera guerra mundial y ese es quizá uno de los puntos que fallan del libro, ya que no se explica muy bien cómo ha podido sobrevivir la civilización aunque sea de una forma maltrecha a las armas nucleares. Olivia Chadha no entra muy en detalle, colocando las piezas donde le interesan para narrar su historia y dejando a la suspensión de la incredulidad del lector los huecos que quedan en el relato.

En el libro hay varios puntos de vista bastante equilibrados, con representantes de la Red Hand muy influidos por el cyberpunk y las modificaciones corporales extremas para poder sobrevivir y también otros que parten desde el privilegio de sus genes perfeccionados para una vida de comodidad y lujo. Las decisiones sobre quién vive y quién muere las toma una inteligencia artificial basándose en juicios de valor irremediablemente sesgados por los humanos. Es difícil sentir empatía por los personajes al comienzo del libro, pero luego se dejan querer.

En cuanto a la prosa, es un aspecto al que no le hubiera venido mal un poco de más trabajo editorial, porque hay algunos pasajes de puro infodump que no aportan nada a la historia.

En definitiva un libro que prometía más de lo que ofrece, pero que se salva de la quema por detalles que quizá se expandan en Fall of the Iron Gods.

Emily Wilde’s Map of the Otherlands

La primera entrega de la saga de Emily Wilde me pareció un pasatiempo relajante y agradable, con mucha sorna en lo referente a la crítica al mundo académico y a la vez bastante ortodoxo en su representación del mundo de las hadas. Esperaba encontrarme más de lo mismo en Emily Wilde’s Map of the Otherlands y Heather Fawcett no me ha decepcionado, si bien la novela es algo menos fresca que la anterior.

Esta novela es una continuación prácticamente directa, pero Fawcett deja caer pistas sobre lo que pasó antes para aquellas personas que no guarden en su memoria todos los detalles de la historia hasta ahora, algo que los lectores como yo sin duda agradecerán. El método de escritura es el mismo, ya que lo que nos llegará es el diario de Emily, dónde va relatando sus investigaciones y su día a día. A Emily le sigue gustando escribir más que a los chotos la leche, así que no estamos ante un libro especialmente corto con sus 369 páginas. La vida de Wendell Bambleby corre peligro por las maquinaciones de su madrastra feérica, y ambos tendrán que investigar dónde se encuentra el nexo que une varios mundos para poder protegerse de estos ataques. Pero en esa búsqueda ya se perdieron investigadores tiempo atrás y sería terrible que Emily y Wendell acabaran igual.

Como novedad, la autora nos presenta a dos nuevos personajes, el profesor Farris Rose, un rival académico que dará bastante juego y Ariadne, la sobrina de Emily, que también se unirá a la expedición. Aunque juegan su papel, adolecen de cierta falta de profundidad, ya que solo los conoceremos en contraposición a Emily y Wendell, cuando creo que podrían desempeñar una labor más importante. Quizá en las siguientes entregas de la serie, quién sabe.

Respecto al ritmo, es cierto que la parte media de la novela se vuelva, si bien no tediosa, quizá si más relajada que el resto de los capítulos, algo que se subsana en la parte final cuando todas las amenazas alcanzan su punto álgido. También me ha dado la impresión de que las notas a pie de página que abundan en el libro aportan menos que en la novela anterior, pero esto puede ser simplemente una impresión mía y no corresponderse a la realidad.

Es posible que Emily Wilde’s Map of the Otherlands tenga cierto aire de libro de transición, en camino a Emily Wilde’s Compendium of Lost Tales, que se espera para el año que viene. A falta de leer este para valorar la saga completa, creo que Fawcett ha vuelto a acertar con su visión de la fantasía cozy y tradicional. Un valor seguro.

Kalyna the Soothsayer

Por alguna razón que ahora no recuerdo, hacía ya tiempo que había dejado de lado la lectura de Kalyna the Soothsayer pero al retomarla me he encontrado con una grata sorpresa, un libro de intrigas políticas, farsas y traiciones divertidísimo con una protagonista de personalidad arrebatadora.

Kalyna es la descendiente de una larga estirpe de adivinos errantes, pero por desgracia parece que con ella se acabará la magia, ya que no es capaz de prever ni si mañana lloverá o no. Si esto no fuera de por sí ya una desgracia, encima tiene a su abuela recordándole constantemente el fracaso que es, cómo mató a su madre al nacer y la desgracia que ha caído sobre su adorado hijo con semejante descendencia. El padre de Kalyna, aunque muy cariñoso con ella, sufre de una enfermedad mental que necesita de constantes cuidados y poco puede aportar a la familia. Kalyna sigue ganándose la vida como adivina gracias a una red de inteligencia astutamente dispuesta y a su propio conocimiento de la realidad humana, pero por desgracia atraerá la atención de las personas equivocadas, viéndose envuelta en intrigas palaciegas que pueden acabar con la destrucción de la Tetrarquía donde vive. El príncipe heredero la secuestra para proteger la vida del rey, ya que no quiere el mando ni en pintura. Seremos testigos de planes y más planes con tal de no trabajar que os puedo asegurar que conllevan mucho más trabajo que regir la Tetrarquía.

Kalyna the Soothsayer es un libro largo, pero entretenidísimo. Divertido con ese tipo de humor seco que se agradece, inteligente y nada condescendiente. El principal atractivo de la novela es la protagonista, con una fuerte personalidad forjada a base de pullas de su abuela y por la propia necesidad de reinventarse para seguir viviendo. Sus grandes capacidades de observación y manipulación, entrenadas a lo largo de años de práctica para seguir viva, le vendrán como anillo al dedo en una corte plagada de enemigos que no tienen muy claro su papel en el reino. Su cinismo oculta un corazón de oro.

Elijah Kinch Spector nos ofrece intriga tras intriga sin llegar a ser ni predecible ni repetitivo, algo que tiene bastante mérito. Lo mismo utiliza la increíblemente intrincada burocracia del reino para su beneficio que te describe el sabor de unos melocotones que puede que cambien el curso de la historia. En ningún momento se hace pesado ni aburrido, y la plétora de personajes secundarios que desfilan ante nuestros ojos están perfectamente definidos, cada uno desempeñando un rol que tarde o temprano tendrá justificación en la trama.

Me gusta especialmente cómo Kalylna sobrelleva la culpabilidad que siente por no haber podido cumplir las expectativas de su familia. Se ha adaptado como ha podido, pero es una carga muy pesada que puede dar al traste con su propia existencia. El autor también aprovecha para comentar temas de representación, con personajes bisexuales, gays… y cómo en cada reino de la Tetrarquía se trata de una forma diferente. Y qué decir del feminismo, muy presente a lo largo de todo el libro.

Con deciros que tengo Kalyna the Cutthroat haciéndome ojitos y no descarto leerlo enseguida, os quedará claro que recomiendo encarecidamente Kalyna the Soothsayer.

Broken Stars

Jeremy Szal es un joven escritor conocido por Stormblood y su continuación, Blindspace. Con Broken Stars, su autopublicada recopilación de relatos, nos ofrece una perspectiva sobre su obra corta y su desarrollo como autor.

The Galaxy’s Cube

Creo que este primer relato ya nos va dando una idea de los puntos fuertes de Szal, como los sentimientos y las relaciones interpersonales, aunque peque de poco original en la concepción y en el desarrollo de este relato anticapitalista.


Dead Men Walking

Este relato podría haber encajado perfectamente en la recopilación Armored que reseñé tiempo atrás. El escritor nos hace sentir como propias la camaradería y el compañerismo de los efectivos militares, pero añade un giro cruel al final para hacernos reflexionar.


Tomorrow, the Sunset Will Be Blue

Corto y sentimental, pero con una resolución demasiado parecida al anterior. Quizá le hubiera venido mejor otra posición en el orden de lectura del recopilatorio.


Scream in Blue

Primera aparición de la invención estrella del autor, la stormtech. Y es un relato completo, de los más largos de Broken Stars. La historia se desarrolla en un Londres del futuro, pero en los bajos fondos donde sobreviven como pueden los menos afortunados, la plaga de la adicción comienza a propagarse. Tenemos grandes ejemplos de acción con escenas de parkour hipervitaminadas, pero también reflexiones sobre por qué la vida merece ser vivida. Creo que es un extraordinario ejemplo de la forma de escribir del autor australiano.


Walls of Nigeria

Corto pero muy intenso, la historia del sacrificio que supone que te dejen atrás para proteger el futuro con ese toque de ciencia ficción y un poco de body horror características de Szal.


A Love Like Bruises

Un concepto sorprendentemente parecido al usado en Intermnemosis pero con un planteamiento más crítico y un final más cruel.


Beneath a Bicameral Moon

Recuerda a Enemigo Mío aunque con algo menos de carga emocional y algo más de manipulación.


Metal Empathy

Una historia de amor y libertad, protagonizado por cyborgs que se intercambian partes no perfectamente compatibles y que se ven forzados a despedirse de su libertad por errores del pasado.


The dataSultan of Streets and Stars

Quizá lo que más me gusta del relato es la ambientación en Estambul y las referencias al lugar en una historia de despertar de la inteligencia artificial y venganza.


Oceans like Neurons

Interesante ver cómo se siente la protagonista al intentar acceder a una mente colmena que le había estad vedada hasta la llegada de una tecnología alienígena.


Mindstrings

Un relato bastante duro sobre las adicciones aunque transportadas al futuro, la búsqueda del siguiente y la desesperación de no conseguirlo es atemporal.


Shipmaster’s Scalp

Otra de las obsesiones de Szal es la lealtad al grupo y este cuento es un ejemplo perfecto de cómo lo considera una de las virtudes más importantes.


Ark of Bones

Creo sinceramente que en este relato el autor se pasa de frenada en cuanto a las diferencias entre los buenos y los malos, no hay ninguna escala de grises, es ponernos frente a la maldad absoluta del racismo.


The Bronze Gods

Un relato que parece muy inspirado por la Hermandad del Acero de la saga Fallout pero retorciendo sus ideales. A veces cansa ver siempre la misma historia una y otra vez.


Stars in a Grave, Stars in a Skull

Me ha gustado mucho el comienzo de Stars in a Grave, Stars in a Skull que apuntaba a un poco de terror, pero me he llevado un poco de chasco con la resolución.


When There’s Only Dust Left

Decepcionante cuento sobre manipulación mental para tortura.


Traumahead

Un recorrido por el campo de batalla adquiriendo recuerdos de los caídos buscando algo que es imposible encontrar porque ya se perdió en el tiempo. Bastante emotivo.


Inkskinned

Quizá lo que más me ha gustado de la colección, por su manera de explicar la asimilación de una cultura desde el punto de vista del asimilado.


The Black Horse

Un buen colofón para una antología quizá demasiado larga y repetitiva, una aventura fantástica alejada de la ciencia ficción que deja buen sabor de boca al lector.

Me hubiera gustado que Szal hubiera hecho una selección más corta de su obra, porque como es patente en la lectura de la reseña, hay algunos relatos que se parecen demasiado los unos a los otros. Mejor leer Broken Stars a pequeños sorbos para no saturarse.

El último asesinato en el fin del mundo

Siempre es un placer leer algo nuevo de Stuart Turton, el escritor que se hizo un hueco en estante de favoritos con The Seven Deaths of Everlyn Hardcastle y lo amplió con The Devil and the Dark Sea. Además en esta ocasión he podido leer la versión en castellano, traducida por Marta Rebón y publicada por Ático de Libros, con una edición física preciosa.

En este novela Turton abraza definitivamente la ciencia ficción, con la que ya coqueteó en su primera novela. El libro se sitúa en un escenario postapocalíptico, la población mundial ha caído víctima de la Niebla, una extraña amenaza que destruye todo lo que toca y que se ha expandido por la Tierra a velocidad de vértigo. Solo quedan supervivientes en una isla griega que antaño cobijó un laboratorio de ultimísima tecnología. Los que allí habitan se dividen en dos categorías, los Ancianos que sobrevivieron a la catástrofe y que gracias a sus modificaciones genéticas y nanobots son extremadamente longevos y los lugareños, que no poseen estas ventajas. En esta tesitura, sucede un acontecimiento que puede acabar con lo que resta de la humanidad.

El último asesinato en el fin del mundo es un libro del que no resulta fácil hablar sin destrozar el argumento y las sorpresas con las que el autor ha plagado su obra. Pero se puede decir sin problema que es un misterio de habitación cerrada, si entendemos como habitación cerrada toda la isla rodeada por la Niebla, claro. En este sentido Turton utiliza el mismo modelo que en sus otras novelas, pero con grandes cambios.

El primero es el narrador omnisciente pero no confiable con el escoge exponer la situación. Con este comodín en su mano, es capaz de dosificar la información de manera magistral para que lector no pueda ir nunca por delante suya, acelerando o ralentizando la investigación a su antojo.

El segundo es la inquietante cuenta atrás hacia el fin de la humanidad que se desencadena al principio del libro y que nos traerá en vilo durante todos los capítulos.

El tercero es la introducción de la tecnología más puntera que modifica las que serían las normas del juego más tradicionales en una investigación de asesinato.

El libro tiene algunos detalles que me han gustado menos, como la frialdad con la que se desarrollan los acontecimientos, probablemente justificada por las circunstancias y los implicados, imponiendo una distancia empática entre el lector y los personajes. Pero son detalles que no me han impedido disfrutar de una obra estupenda, que recomiendo encarecidamente.

The Weavers of Alamaxa

Hace tiempo que tenía en mente terminar la duología escrita por Hadeer Elsbai, que comenzó con The Daughters of Izdihar. Afortunadamente la autora cierra la historia de forma satisfactoria, si bien no perfecta.

The Weavers of Alamaxa continúa la historia donde quedó en el volumen anterior. De nuevo asistiremos al desarrollo de los acontecimientos a través de los puntos de vista de Nehal y Georgina. Pero el comienzo de la novela me parece un poco fallido, porque se nos escamotea cómo acaba Nehal en el reino vecino con todas las consecuencias que ello conlleva, que no serán pocas. Resulta interesante el contraste entre ambos reinos, ya que en uno de ellos se persigue a las personas con capacidades mágicas y en el otro se toleran o se alientan, dependiendo del caso.

Los temas que ya estaban presentes en la primera entrega continúan aquí, como la crítica al patriarcado y a la monarquía. El mensaje feminista sigue muy presente, sobre todo en el desarrollo de un proyecto que busca limitar la práctica de la magia mediante experimentos científicos impuestos por ley o por la fuerza, algo que recuerda a algunos intentos gubernamentales por controlar el cuerpo de las mujeres en el mundo real. El alegato por la sororidad, en cambio, se ve bastante diluido por el creciente protagonismo de Georgina, que se come con patatas al resto de los personajes, a pesar de sus dudas internas.

La carga emocional de The Weavers of Alamaxa es bastante grande, sobre todo por la pérdida de ciertos personajes a los que se acaba cogiendo cariño pese a sus imperfecciones. No es menos cierto que Elsbai vuelve a pecar de cierta ingenuidad en sus argumentos, con algunas escenas que son ciertamente sonrojantes, como las intervenciones del príncipe heredero, que directamente es para tirarlo por un puente. También me temo que el clímax está innecesariamente alargado, con una Georgina que duda, duda y sigue dudando sobre si utilizar sus poderes, tanto que dan ganas de zarandearla a ver si espabila.

El principal problema es que la resolución adolece de tensión. De nuevo esa ingenuidad o ese buenrollismo, aunado con una explicación realmente muy corta sobre los poderes de los weavers da un final correcto a la historia, pero quizá no el que merecía. Hadeer Elsbai lo quiere dejar todo atado y bien atado, y nos hace comulgar ruedas de molino con el derrocamiento sin derramamiento de sangre de un sistema de gobierno autoritario. Esto es poco creíble, por más que la amenaza de los poderes mágicos coarte a los autores del cambio. Al menos en el aspecto emocional, las dos protagonistas disfrutan de una bien merecida tranquilidad. La duología de Alamaxa es una lectura entretenida y agradable, que no marcará una época pero que nos hará pasar un buen rato.

The Family Experiment

Llegué a The Family Experiment un poco por casualidad, John Marrs no es un autor que haya pasado cerca de mi radar, algo de lo que me arrepiento porque al menos esta obra me ha cautivado. Se podría categorizar más como thriller que como ciencia ficción, pero es indudable su valor especulativo y su proyección del Reino Unido en un futuro cercano que es tan frustrante y desesperanzador como plausible.

En lo primero en que me gustaría hacer hincapié es en los extraordinarios valores de producción del audiolibro, ya que no han faltado medios para disponer de diversos narradores para cada punto de vista, e incluso hay intervalos musicales, sonidos FX y demás parafernalia para hacer de la audición una experiencia muy inmersiva.

The Family Experiment es el nombre de un nuevo reality show que ofrecerá a los participantes la oportunidad de criar un hijo virtual, con crecimiento acelerado durante los meses que dure el concurso pudiendo obtener como premio la permanencia de esa descendencia virtual o un jugoso premio económico que se podría destinar a tratamientos de fertilidad. Como en todo reality show que se precie, los concursantes pasan por un proceso de criba que busca los que mas impacto puedan causar en el espectador para conseguir la máxima audiencia posible. Hasta aquí nada nuevo.

Lo que nos ofrece Marrs es una especulación sobre los extremos a los que son capaces de llegar los humanos cuando se enfrentan a situaciones límite y, sobre todo, cuando no se cuenta con el apoyo de un Estado del bienestar que amortigüe los impactos. Como terrible trasfondo, la venta de niños hacia Europa por parte de padres desesperados que no pueden hacerse cargo de su manutención, la adicción a las drogas de diseño, la absoluta falta de moral de las empresas que desarrollan la IA con el sufrimiento humano y más y más depravaciones que resuenan en nuestro cerebro como falsas, pero creíbles. La denuncia social vestida de entretenimiento para masas es una baza que el autor de Northamptonshire utiliza de forma muy acertada.

El ritmo es excelente desde el principio, in crescendo conforme se van conociendo el pasado de los participantes, que obviamente es bastante más turbio de lo que su fachada exterior podría dar a suponer. El libro funciona como una obra de relojería, aumentando la tensión conforme van quedando menos familias en la contienda, como todo concurso de popularidad que se precie. Y hay que admitir que el autor no deja nada sin explicar, con unos capítulos finales en los que seremos testigos del modus operandi aplicado en cada caso, dando una solución tan perfecta y ajustada que la verdad, le quita un poco de alma al libro.

The Family Experiment ha sido toda una sorpresa para mí y además una muy agradable.