Lost in the Moment and Found

Es enero, y enero significa nueva entrega de la saga Wayward Children de Seanan McGuire, que ya va por el octavo libro (y lo que le quede). Lost in the Moment and Found es un libro de transición, se puede considerar prácticamente independiente de los otros aunque haya algún que otro cameo para los seguidores de la serie. No sé si lo quieren publicitar como una nueva “puerta” (guiño, guiño, codazo, codazo) de entrada a la serie o como una historia para dar más trasfondo al universo creado por al autora, pero lo de lectura independiente es totalmente cierto.

El libro comienza con un comentario de la autora muy acertado y necesario, porque es verdad que leyendo esta historia lo he pasado realmente mal. Ha sido una experiencia terrible y eso que no llega a ocurrir nada. Pero ser testigos de como el padrastro de la protagonista utiliza todos los recursos en su mano para aislarla de su madre y proceder a aprovecharse de ella es devastador. Esta parte realista es de muy difícil digestión.

Afortunadamente, esta parte acaba relativamente pronto. Por desgracia para Antsy, la niña protagonista, el lugar al que llega también tiene trampas ocultas. Primero es todo fascinante, con múltiples probabilidades en cada rincón. Llega a un establecimiento en el que acaban todas las cosas perdidas y es capaz de viajar de manera constante a través de los muchísimos mundos que son accesibles desde un nexo como es esta tienda de objetos perdidos. Pero todo tiene un coste y una niña tan pequeña no es capaz de discernir las consecuencias de sus actos, hasta que quizá sea tarde.

La lectura de este libro me ha dejado sentimientos encontrados. En primer lugar, por la dureza desgarradora de los primeros capítulos, tan realistas que hacen daño. Pero por otra parte, dentro del universo de los Wayward Children me parece un libro muy de transición, que aporta poco al escenario general y que parece de compromiso o de relleno por parte de la autora. Y lo peor es que habrá que esperar otro año para ver hacia dónde dirige sus párrafos.

Cástor y Pólux

Los Dioscuros son unas figuras bastante conocidas en la mitología griega, así que quizá no iba a resultar fácil innovar en su historia, pero Alejandro Marcos Ortega lo consigue respetando la forma de narración a la que estamos más o menos acostumbrados cuando leemos sobre mitología pero introduciendo novedades muy atractivas, como la mitología vasca. Nos resultará familiar el uso de diversos apodos para referirse a cada personaje, como el dios de pies alados, el tonante, los Tindáridas…

El libro está repartido en capítulos que pertenecen a cada uno de los gemelos, alternando la narración y variando el tiempo en el que transcurren los hechos. Mientras que el relato de Cástor se sitúa en la juventud de ambos, lo que cuenta Pólux ya sucede en el final de la vida de su hermano. El autor respeta esta forma de estructura la novela que parece hecha ex profeso para unas voces que acabaron compartiendo la eternidad.

Quizá la parte que contiene más novedades es el viaje de Cástor a la tierra de los vascones, porque nos encontramos con unos seres mitológicos totalmente desconocidos para mí que resultan muy atractivos. Es cierto que a veces es difícil sentir empatía por un protagonista que considera bárbaros a todos los que se encuentra, desde su superioridad aquea, pero el tiempo y las circunstancias lo van poniendo en su sitio. Esta itinerancia por mar y tierra despertará la curiosidad del lector, y al menos en mi caso ha servido para que explore algunas leyendas del norte de la península.

La parte de la novela que sigue las andanzas de Pólux es necesariamente más crepuscular, tanto por el momento temporal en que se sitúa como por la tarea que el púgil decide desempeñar. Me has gustado mucho la elección del narrador, ya que Hermes nos lo muestra todo a través del tamiz de su divinidad, que no deja de ser bastante humana en sus anhelos. Es menos sorprendente en el sentido de que tanto el itinerario como el elenco de personajes con los que Pólux se relaciona son más conocidos, pero quizá por ello también sea más emotivo. Además que hacia el final del libro, las reflexiones sobre la inmortalidad de Clitemnestra son oro puro.

Estamos ante una novela de ritmo sosegado que puede que no sea del agrado de todos los lectores, pero que a mí me ha parecido más que atractiva. Si a esto unimos la estupenda edición del libro a la que ya nos tiene acostumbrados la editorial, se trata de un firme candidato a ser revelación del año 2022.

Monstruos ordinarios

Sentía mucha curiosidad por este libro, pero la verdad es que su longitud me echaba un poco para atrás. Cuando vi que estaba en audiolibro en español, empecé a escucharlo y he de decir que aunque al principio me echó un poco para atrás que estuviera en español sudamericano (creo que el acento es mejicano, pero no tengo tanta pericia auditiva como para afirmarlo), en realidad no ha supuesto ningún problema, salvo algunos usos del idioma que suenan algo raros a un hablante español.

Monstruos ordinarios es una novela de fantasía muy oscura, con sus toques de terror y escenas realmente macabras, pero a pesar de que todo esto no suele ser plato de mi gusto, la novela sí que me ha convencido totalmente. El hecho de situar a personas con talentos especiales en el siglo XIX ya ha sido utilizada con anterioridad (sin ir más lejos, por Alan Moore), por eso JM Miró prefiere cargar las tintas en la descripción del entramado mágico de su mundo y sobre todo, en un elenco de personajes con vidas tortuosas y pasados terribles.

Se trata de un libro coral, al que se le podría quizá poner como defecto la gran extensión y tal vez la parsimonia y el detalle con que se describe cada escena, aunque lo cierto es que no tiene problemas de ritmo y una vez que se entra en la ambientación, se disfruta cada momento. Por cierto, hay que tener en cuenta que es la primera parte de una trilogía, así que aunque se puede disfrutar de la lectura como un todo, no deja de ser verdad que algunas de las tramas quedan abiertas para las siguientes entregas.

Como decía, quizá lo más importante de la obra son los personajes que pueblan sus páginas, desde los chicos cuya búsqueda y rescate acaparan las primeras decenas de páginas hasta los adultos y otros talentos ya más establecidos que conforman las dos últimas terceras partes de la novela. Miró hace una exposición descarnada de la condición humana, sin poner trabas a la maldad del racismo, el clasismo, la explotación infantil… todas las historias del pasado de los caracteres están plagadas de dolor y sufrimiento, pero son totalmente verosímiles aún con la existencia del factor sobrenatural. Niños de 9 años trabajando como deshollinadores que quedan atrapados en las chimeneas, ratas de teatro que a cambio de los restos de la comida de la compañía de actores trabajan de solo a sol, artistas de circo que muestran sus peculiaridades ante un público sediento de novedad…

El autor, que como vemos no nos protege de las consecuencias del terror ordinario, lo hace aún menos con las del terror sobrenatural. Seremos testigos de la creación de gigantes de carne con trozos de cadáveres, de desmembramientos a manos de monstruos no muertos y de muertes de infantes para saciar el ansia de otros monstruos. No es un libro que se recree en el gore, pero desde luego no le hace ascos.

La trama, que en un principio podría parecer más simple de lo que es en realidad (estos son los malos y estos son los buenos) en realidad oculta planes y paradojas que iremos conociendo poco a poco en el despliegue de capítulos. Se me hace raro en la traducción que Alejandro Romero Álvarez haya preferido dejar bastantes términos en el inglés original, siempre he pensado que la tendencia en la traducción es “castellanizar” todo lo posible (que me disculpen los traductores si estoy equivocada). El caso es que casi todos los elementos que forman parte del “otro mundo”, mantienen sus nombres en inglés en esta ocasión.

La narración del audiolibro por parte de Santiago Padilla es muy buena, adaptándose en cada momento al personaje del elenco al que está encarnando.

Sin duda, recomiendo la lectura de la obra, pero sabiendo a lo que nos veremos expuestos.

Ashes of Man

No me cabe duda de que la saga de The Sun Eater de Christopher Ruocchio es una de las mejores spaces operas del siglo, pero por la razón que sea está pasando bastante desapercibida en España. Con Ashes of Man todavía no llega a su final, con un protagonista ya mayor que sigue sirviendo a su emperador pero que ya no cuenta ni con la fuerza y el entusiasmo de la juventud ni con el apoyo de sus compañeros que han ido cayendo por el camino. El enemigo sigue insaciable en su proyecto de acabar con la Humanidad, de devorarla, aunque eso ni siquiera es lo más terrible que desean hacer.

Hablar de la quinta entrega de una saga sin entrar en el cenagoso terreno del destripe es una misión muy complicada, así que me temo que mi reseña sobre Ashes of Man estará más orientada a mis sensaciones durante la lectura que al análisis de la propia obra. Nos encontramos ante una novela profundamente pesimista, con un protagonista destrozado por las pérdidas y el dolor acumulado a través de décadas y décadas de deambular por el espacio. Ruocchio sigue utilizando su conocimiento de la cultura clásica para apuntillar muchas de las reflexiones que trufan el libro, lo que nos hace pensar que la historia siempre está condenada a repetirse y que los Imperios acaban cayendo, ya sea a manos de los bárbaros venidos del norte o de los codiciosos alienígenas que nos consideran alimento.

¿Quedan cosas sin explicar? Sí, pero por esa misma razón tiene mucho mérito el colofón que nos ofrece el autor, centrado más en las reflexiones de un héroe destrozado, en increíble contraste con el joven inocente que conocimos en la primera entrega, al que las mareas del tiempo han ido agostando, que nos transmite su herencia aún a sabiendas de la inutilidad del gesto. Un joven que aún recuerda las lecciones de Gibson, el tutor que guio sus pasos desde el comienzo cual Aristóteles con Alejandro Magno, pero que se ve aún más marcado por su relación con Valka, su verdadero amor.

Es cierto que originalmente Ashes of Man y la entrega anterior, Kingdoms of Death, se iban a publicar como un solo volumen pero hubo que partirlos por su tamaño, como las últimas entregas de la saga de Ken Liu. Lo cierto es que no he notado problemas con el ritmo y el autor se ha cuidado de dar relevancia a los personajes secundarios para que no nos cansemos de una historia que podía estar centrada única y exclusivamente en Hadrian Marlowe. La presentación de un nuevo personaje nos da una idea de hacia dónde pueden ir encaminados los tiros en las siguientes entregas, pero la imaginación desbordante de Ruocchio hace que ni siquiera me atreva a intuir qué es lo que puede pasar a continuación.

Ojalá algún día podamos disfrutar de la saga en español.

The Terraformers

He leído muchas de las obras que ha publicado Annalee Newitz, tanto en ficción como en no ficción y siempre las había disfrutado en mayor o menor medida. Por eso ha sido bastante decepcionante encontrarme con The Terraformers, con una historia que a priori parecía interesante pero con la que no he conseguido conectar en ningún momento.

La idea de que en un futuro bastante lejano la terraformación de planetas sea una inversión a muy largo plazo es indudablemente original. Newitz la aprovecha para hacer una crítica al capitalismo y propugnar el valor de lo público, algo que también es muy en su línea. Pero la forma de hacerlo es plana y aburrida, con unos personajes que no consiguen atraer la atención del lector en ningún momento y con un maniqueísmo bastante exagerado.

El caso es que las ideas son muy interesantes, como el tratamiento de los monómeros para prolongar la vida de los terraformadores a muchos siglos salvando de este modo el enorme plazo inherente a este tipo de labores. La sociedad creada, con habitantes que se “decantan” modificando su ADN para adaptarse a cada necesidad es también atractiva, pero le autore se pierde un poco en su búsqueda de la igualdad entre los personajes, ya sean Homo Sapiens, Homo Diversus, trenes voladores, vacas modificadas o lombrices de tierra que resuelven algoritmos (prometo que no me estoy inventando nada, todos aparecen en el libro con un papel más o menos relevante).

Quizá lo más interesante del libro sea la creación de The Great Bargain, una revolución ocurrida en el pasado lejano en la Tierra en la que lo que hasta entonces se consideraban animales entran a formar parte de lo que se considera un ser sintiente e inteligente, con las modificaciones necesarias para poder comunicarse con los demás y expresar sus opiniones. Sinceramente, me dejó muy descolocada desde el principio este concepto, porque supone cambiar totalmente todas nuestras ideas preconcebidas sobre qué es inteligencia.

Como decía, los conceptos e ideas con los que trabajo Newitz son atractivos y originales, pero la ejecución es demasiado trabada y muy plana. Al contrario que Kim Stanley Robinson, quizá una de las grandes referencias a la hora de plantear nuevos sistemas, Newitz no profundiza en los aspectos más técnicos, pero es que tampoco lo hace en los aspectos éticos, quedándose en una tierra de nadie que me ha dejado indiferente y aburrida. No puedo recomendar el libro, aunque me gustaría que alguna persona que lo haya leído y disfrutado me hiciera ver qué es lo que ha valorado más, porque yo he sido incapaz.

Moral Code

Comencé a escuchar el audiolibro de Moral Code sin muchas expectativas porque los autores me eran desconocidos, pero el tema de las inteligencias artificiales me atrae mucho, sobre todo aplicado a un futuro muy cercano como es el caso. Además, se hace hincapié en el aspecto ético de la creación y el uso de este tipo de inteligencias, algo de lo que ya nos da pistas el título del libro, que me parece muy pero que muy adecuado.

El comienzo es bastante prometedor, ya que conoceremos a Keira, una ingeniera que ha desarrollado su propia IA, llamada Elly. Cuando estaban desarrollando una labor humanitaria se encuentran en una situación límite por un terremoto y ahí da comienzo la relación de ambas con Roy Brandt, el desarrollador de unos nanorobots que en secreto realizan tareas de salvamento… y otras muchas cosas.

Tras este encuentro casual y muchas conversaciones, Keira y Roy se dan cuenta de que si unen sus fuerzas conseguirán mejorar mucho los nanorobots, sobre todo con el MoralOS, el sistema operativo que sirve como brújula moral para Elly pero que es aplicable en otros entornos.

Como veis, la premisa es muy interesante, pero el libro se va diluyendo poco a poco. Primero, porque hay cierta ingenuidad en las ideas que se van exponiendo, pero también porque no se entra en mucha profundidad en las bases de todo el andamiaje ético. ¿Cómo se define la moralidad? En un momento nos dicen que se han tenido en cuenta muchas religiones, filosofías… pero queda todo un poco en el aire. Y la verdad, me cansa un poco el punto de vista totalmente occidental de todos los libros que he leído que tratan este tema (esto probablemente es culpa mía, de mis sesgos de lectura). Sin ir mucho más lejos, en la Hispacon tuve la oportunidad de asistir a una charla sobre el ghost japonés, esa alma que se atribuye a todas las cosas en el mundo que cambiaría totalmente la percepción de lo que es una inteligencia artificial.

Aunque esta inocencia ingenua es el problema de fondo, también hay otros elementos que me hicieron bajar un poco la apreciación del libro. Por ejemplo, el maniqueísmo para distinguir a los “buenos” de los “malos”, la creencia de que las agencias gubernamentales estadounidenses iban a utilizar esta tecnología punta solo y exclusivamente para el bien y el empecinamiento de la protagonista con que la defensa de los niños ha de ser la principal prioridad de cualquier ser moral. El libro es entretenido, pero no rompedor.

La narración de Veronica Pace es muy correcta, pero le falta un poco de alma. Es posible que mi opinión se haya visto influida por la pequeña decepción que ha supuesto el desarrollo del libro, que tenía unos buenos mimbres para su desarrollo pero que ha acabado siendo uno más del montón.

Flight from the Ages and Other Stories

Hace ya tiempo que Derek Künsken hablaba sobre una recopilación de sus mejores historias, y afortunadamente ya la tenemos por aquí. Este libro es un imprescindible que no deberíais dejar escapar, repleto de sentido de la maravilla con relatos que dejan huella.

Beneath Sunlit Shallows

En este cuento vemos el germen de lo que llegarían a ser los homo eridanus de The Quantum Magician, pero el tratamiento es mucho más personal y triste. Las necesidades de adaptación a un entorno hostil obligan a los humanos a manipular su propio código genético, convirtiéndose en sombras de lo que fueron en un principio pero sin llegar a evolucionar en algo estable, en una suerte de ruleta rusa destinada al sufrimiento.

Schools of Clay

Este relato tiene reminiscencias de Hannu Rajaniemi y de Felicidad Martínez, pero traza su propio camino. Asistimos asombrados al viaje desesperado al que se ve sometida una especia entera para sobrevivir, con alegatos a favor de la igualdad de clases y unas descripciones apabullantes.

Persephone Descending

En esta historia situada en Venus vemos también el origen de The House of Styx, en un relato de supervivencia a base de conocimiento y de fuerza de voluntad, con un entorno tan hostil que parece estar conspirando para eliminar a la protagonista.

Pollen From a Future Harvest

Este ya lo comenté cuando se publicó de manera individual.

Flight From the Ages

El relato que da nombre a la recopilación y un auténtica maravilla en cuanto a escala temporal y repercusiones. Dos Inteligencias Artificiales dedicadas a la especulación financiera deben dejar todo de lado para investigar una anomalía que ha aparecido en una zona del espacio. Lo que nunca imaginarían es que iban a ser testigos del comienzo de la muerte del universo, aunque parezca narrada a cámara lenta.

Tool Use by the Humans of Danzhai County

Quizá es el relato que menos me ha gustado de toda la recopilación, probablemente por su temática de futuro muy cercano que contrasta en demasía con las demás historias, con mucho mayor alcance. No obstante, no sería justo desmerecerlo porque trata temas muy de actualidad, como la creación de inteligencias artificiales y su aplicación en el mundo real, haciendo especial hincapié en los algoritmos de machine learning.

Vuelvo a recomendar este libro como una buenísima puerta de entrada a la obra del escritor canadiense, aunque reconozco que como yo ya soy fan irredenta he disfrutado aún más de la lectura por las relaciones que iba sacando con el resto de su obra.

The Weight of Command

Michael Mammay tuvo la gentileza de ofrecer una copia para reseñar su nuevo libro The Weight of Command y como ya hacía tiempo que quería catar su obra, decidí aprovechar la oportunidad.

The Weight of Command se puede encuadrar dentro de la ciencia ficción militar, pero se lee más como un thriller que como una obra de género. Es cierto que existen algunos elementos como los implantes cerebrales y la colonización de otros planetas, pero en general es más narración de futuro cercano que especulación pura y dura.

El autor carga mucho las tintas en la gestión más política de los conflictos que en el enfrentamiento armado, lo cual es una pena, porque cuando se lanza al ruedo del combate, las escenas son épicas. Realistas, vívidas… esta parte del libro me ha encantado.

También me gustaría hacer hincapié en cómo trata la inexperiencia de la protagonista como un handicap pero también como una oportunidad de aprendizaje, con la necesidad de ganarse el respeto de sus compañeros al encontrarse de repente al frente de una responsabilidad mucho mayor de la que estaba acostumbrada. La recreación de sus conflictos internos, de su inseguridad e incluso algo de inocencia está muy bien narrada.

Sin embargo, la recreación de las culturas que habitan el planeta donde tiene lugar la narración me ha parecido bastante plana. Una de ellas eminentemente patriarcal, atrasada y basada en una cultura del soborno. La otra, egoísta, interesada y muy poco colaborativa. Es una representación un tanto maniquea que deja fuera cualquier posibilidad de incluir grises en la paleta del autor.

Es un libro escrito en principio en exclusiva para Audible, pero no me ha sido posible escuchar la narración por problemas con las regiones y los códigos. Así que la reseña está basada en el libro electrónico que estará disponible a lo largo de este año.

More than Utopia

En este blog celebramos cada lanzamiento de Benjanun Sriduangkaew y es una buenísima noticia saber que la editorial Duermevela va a publicarla en español. Pero los escritores no paran nunca y ya está disponible su nueva novela corta, de ciencia ficción, pero totalmente alejada de todo lo que habíamos leído de ella con anterioridad.

La clave de More than Utopia es la posibilidad del multiverso, en esta ocasión propiciada por la llegada unos aliens a la Tierra. Las protagonistas son un matrimonio, formado por una traficante de armas y su guardaespaldas reconvertida en esposa. Durante uno de los viajes de trabajo de Jirayu (la primera de ellas) sucede la venida de los aliens y de repente, su mujer ha dejado de existir. Nadie la recuerda salvo ella. Los primeros capítulos de la novela corta muestran de manera muy certera la desesperación de haber perdido al ser amado, empeorado por no saber si alguna vez existió.

No deseo entrar en más detalle sobre el argumento porque la gracia de la historia es ir viendo la evolución de la historia, aunque podemos imaginar los intríngulis de unos multiversos donde existen copias de cada persona.

Lo cierto es que el libro ha supuesto una pequeña decepción para mí, no porque sea malo, que no lo es para nada, sino por la excelencia de la saga anterior, una obra cumbre de la space opera. Y es que cualquier cosa que se compare con el Machine Mandate palidece, al menos ante mis ojos. Me temo que se aprovecha poco la idea del multiverso, cargando un poco demasiado las tintas en la historia romántica. Está impecablemente narrada, pero no consigue captar tanto mi interés.

Resulta muy interesante también el futuro que nos presenta Benjanun, sobre todo por unos EE.UU. balcanizados, que están guerrillas constantes por unos terrenos empobrecidos por el cambio climático. Es un entorno atractivo, pero tampoco esto se aprovecha en su totalidad. La idea de la conspiración y de una guerra entre diferentes facciones en el tiempo nos puede recordar a la última ganadora del premio 42 o al propio Asimov, pero como digo se encuentra totalmente supeditada a la historia de amor.

Creo que More than Utopia sienta las bases para una nueva saga que tiene potencial, pero que todavía no lo muestra en su totalidad.

The Forever Sea

Di con este libro por casualidad, por alguna recomendación de esas que ves por Twitter aunque no vaya dirigida a ti explícitamente y decides darle una oportunidad.

Hay que reconocer que el mundo creado por Joshua Phillip Johnson es hipnótico. Prácticamente toda la acción transcurre en barcos que navegan por océanos infinitos de hierba, cosechando frutos para la supervivencia. No es la primera vez que vemos barcos navegar por superficies inesperadas (en concreto Bradley P. Beaulieu es un experto en el tema, con sus navíos celestiales o los que navegan por la arena) pero a Johnson hay que reconocerle un mérito extraordinario en la construcción del mundo, así como en el lirismo de las descripciones. Además, el sistema mágico que permite el desplazamiento de las naos, controlando el fuego con figuras geométricas y canciones misteriosas no hacen sino añadir interés al tapiz.

Por desgracia, la trama y los personajes no revisten tanto interés. Una pequeña parte de la novela está dedicada a un narrador que nos relata los hechos a los que se refiere el grueso del libro. Y es en esta “parte del león” donde seguiremos las andanzas de Kindred, la nieta de una reconocida capitana de navío que poco a poco empieza encajar en una nueva tripulación. Los hechos en los que se ve envuelta tienen cierto interés, pero en realidad acaba dando un poco igual lo que le sucede, no es una figura que consiga despertar ni empatía ni rechazo, quedándose en un terreno de nadie que hace que se confunda con el escenario, mucho más vivo y atractivo.

La novela además es bastante larga, lo cual no sería ningún problema si se avivara la llama de nuestra atención como Kindred hace con el motor mágico de los navíos, pero como digo, la historia de la protagonista nos acaba dando un poco igual y el mundo en el que se desarrolla todo, si bien es muy inmersivo, no es suficiente como dar cohesión a una novela de la que esperaba bastante más. Es posible que en mi apreciación también haya influido la labor de los narradores del audiolibro. La voz masculina de Leo Wringer es correcta, pero la de Belinda Fenty tiene una cadencia demasiado lenta para mí. No digo que no sea la que mejor se ajusta a la novela, que tampoco va a la velocidad del rayo, pero me temo que se han juntado el hambre con las ganas de comer y el libro no es lo suficientemente atractivo como para que me interese la continuación, cuya publicación está prevista para este año.