Future Artifacts

Kameron Hurley es una autora que se maneja muy bien tanto en las distancias cortas como en los relatos más largos. Ya tuvimos la oportunidad de reseñas una de sus recopilaciones con Meet Me in the Future y en esta ocasión vemos cómo se repiten algunas de sus obsesiones, aunque los relatos son distintos. Los escenarios distópicos que tan bien se le dan y la dualidad entre belicismo y pacifismo salpicado por manipulaciones genéticas también estarán presentes en estas historias, que recuerdan a God’s War.

Sky Boys

Reflexión sobre el trabajo esclavo y la maternidad con una fortísima crítica social.


Overdark

Hay que enfrentarse a lo desconocido sin miedo a lo que pueda pasar por que es la única forma de avanzar.


The Judgement of Gods and Monsters

Cuando una sociedad desea basarse en los principios pacifistas pero aún así sabe que periódicamente habrá de enzarzarse en guerras, puede dar lugar a contradicciones como las que se exponen en este juicio.


Broker of Souls

Relato ultracorto, con un final sorprendente.


The One We Feed

Me parece que en este cuento Hurley lleva demasiado lejos la dualidad entre guerra y paz y la metáfora del monstruo interior.


Corpse Soldier

Un soldado capaz de seguir peleando porque puede ocupar el cuerpo del enemigo justo antes de morir es un grandioso recurso para la guerra, pero su libertad individual queda en entredicho. Asistiremos a la búsqueda de un recurso que pueda hacer que esto cambie para el protagonista de la historia.


Levianthan

Me asombra mucho la capacidad de la autora para subvertir los temas más habituales de la ciencia ficción, en este caso, las naves generacionales, para usarlos como método de denuncia. Material para reflexionar.


Unblooded

Un vistazo a una futura sociedad matriarcal desértica dónde el poder se ejerce a través de la sangre.


The Skulls of Our Fathers

Este cuento nos muestra cómo se construye el relato por parte de los ganadores de la guerra y cómo difiere de la realidad con la connivencia de los oyentes.


Body Politic

La tortura como forma de obtener información del enemigo vuelve inhumano al propio torturador, una interesante mezcla con la presencia de inteligencias artificiales.


We Burn

El fuego como elemento purificador también en la guerra.


Antibodies

Dos enemigas condenadas a entenderse para sobrevivir con el trasfondo de la guerra bacteriológica.

The Traiter Lords

Quizá el más convencional de los relatos por su estructura episódica para narrar una historia de venganza.


Wonder Maul Doll

Una representación de la terrible indiferencia que causa la destrucción de una ciudad a un grupo curtido de soldados, casi un día más en la oficina.


Our Prisoners, the Stars

Muy pero muy atractivo este relato sobre una nave espacial habitada por clones que saliéndose de la norma crean un bebé humano en vez del clon de reemplazo correspondiente. La curiosidad innata de la niña hará que se enfrenten a un pasado que habían decidido olvidar.


The Body Remembers

La reintegración en la sociedad de los militares que han luchado en una guerra es el eje central de este relato, ya que aquellos en el poder quizá no desean la plena integración de un recurso que puede ser valioso en un nuevo conflicto.


Moontide

Un cuento muy corto sobre las mareas y su relación con un pueblo costero que vive de recoger los restos que las olas dejan en sus costas.


Citizens of Elsewhen

Un buen punto final para esta antología, con una historia sobre matronas que viajan en el tiempo para facilitar los partos complicados cuyo resultado puede cambiar la historia.

Si ya conoces la obra de Kameron Hurley y te gusta, disfrutarás de Future Artifacts. Sin embargo, si es tu primera aproximación, te recomendaría que espaciaras la lectura de los relatos porque puede ser contraproducente

The Warrior

The Warrior es la continuación de The Coward y también el final de la historia de Kell. Tras los sucesos acontecidos en la primera entrega, Kell es rey de Algany, pero pronto alguien de su pasado volverá para reclamar deudas pendientes y lo cambiará todo.

No quiero entrar mucho en la trama porque inevitablemente llevaría a destrozar la experiencia de lectura del primer libro, así que he pensado que será mejor hablar de las sensaciones que me ha dejado The Warrior.

La última obra de Stephen Aryan es pausada y melancólica, dividida en dos narraciones que tienen distintas velocidades merced a un truco del escritor, pero que le sirve para ralentizar una de las tramas y acelerar la otra de una forma poco sutil para alcanzar un clímax unificado. Precisamente por el uso de este recurso, la impresión en la lectura es que la parte del león se la lleva la trama “ralentizada” mientras que de la trama “acelerada” solo veremos algunos atisbos.

Se trata de una novela eminentemente triste, de pérdida de oportunidades y derrotismo, del fin de una cultura que se encuentra con una amenaza interior a la que no es capaz de hacer frente, una sociedad en la que el pesimismo ha hecho tanta mella en las personas que ya casi ni viven, solo deambulan esperando el final. La pequeña chispa de rebeldía que suponían los actos de dos miembros de esta sociedad se consideran actos de locura imperdonables. Esta sensación de inevitabilidad está maravillosamente conseguida a lo largo de las páginas, pero también hace que la lectura sea morosa y lenta en demasía.

A algunos de los personajes que ya conocíamos de la primera entrega se une dos nuevos que tienen un papel muy desigual en la trama de la novela. Mientras que Odd y sus torturados orígenes gozan de gran importancia, la presencia de Yarra es casi testimonial. No digo que no cumpla su papel, pero parece mucho menos elaborada que Odd, a quien llegaremos a comprender en su ansia.

Como la primera novela, en esta ocasión también asistiremos a un viaje con un objetivo en mente, si bien esta vez no estará tan claro y las dificultades del camino serán mayores, no solo por la orografía del terreno en sí, si no por las luchas interiores que habrán de sobrellevar los miembros de la expedición.

He comentado que había dos puntos de vista en la novela, pero también es cierto que se le da poca importancia a la trama de Sigrid, a pesar de su relevancia en el aspecto político de los Cinco Reinos. Me hubiera gustado que se hubiera desarrollado en mayor profundidad, porque solo asistimos a pequeñas pinceladas del destino que le aguarda a la reina y podría haber sido más interesante centrarnos en ella.

El final, aunque satisfactorio, me parece un poco acelerado.

En definitiva, se trata de un libro de fantasía más lento y melancólico de lo habitual, que puede servir como contrapunto frente a otros autores que se vuelcan más en la acción y en la velocidad de la historia.

Stars and Bones

La space opera es un género de plena actualidad, entre otras razones por que se presta con extrema facilidad a su conversión al medio audiovisual y muchos autores tienen puestas sus esperanzas en llamar la atención de algún estudio para que se adapten sus obras, en ser el próximo The Expanse.

Uno de estos autores que últimamente parece haberse especializado en este subgénero es Gareth L. Powell, con la maravillosa Light Chaser en colaboración con Peter F. Hamilton o la saga que comienza con Embers of War, de igual título.

Stars and Bones es del lectura independiente y aunque se anuncia como primera parte de una saga, es una lectura perfectamente completa que no necesita de más libros para dar un resultado apetecible. Un libro entretenido aunque no rompedor, que cumple perfectamente su función.

La premisa de la que parte es la siguiente: hace setenta y cinco años la humanidad estaba al borde de la autodestrucción, incluso se habían pulsado los botones para la “solución final” pero la intervención de una entidad alienígena impide que todas esas bombas atómicas alcancen su objetivo, aunque el precio a pagar es grande. Los humanos deberán abandonar la Tierra y se convertirán en nómadas de las estrellas, en un gran número de Arcas que actúan como planetas en sí mismos, como naves generacionales pero sin un destino. A pesar de no poder colonizar ningún mundo por las directivas de los Ángeles alienígenas, no es menos cierto que se llevan a cabo labores de investigación en algunos cuerpos celestes para expandir el conocimiento humano. Y es en uno de estos planetas (el Candidato 623) donde se descubre algo que pondrá en jaque la supervivencia de la especie.

Stars and Bones reutiliza conceptos que ya hemos visto en muchas novelas de género y los deja muy explicados para que la lectura en ningún momento sea desafiante (explica incluso lo que es una esfera de Dyson que no es un concepto especialmente complejo). La novela es una serie de aventuras y peripecias por un escenario tan bien preparado por el propio autor que le permite una diversidad entre capítulo que mantiene la atención del lector, ya que ni el carisma de los personajes ni el misterio en sí es tan atractivo como para llevar el peso de la novela por sí solo. Se trata de una lectura entretenida y facilona, que no pasará a los anales de la ciencia ficción pero que tampoco lo pretende. Me parece una elección veraniega perfecta para pasar un buen rato, divertirse con algunas escenas y pasar al siguiente libro.

Stealing Infinity

Siento especial debilidad por los libros que hacen uso de los viajes en el tiempo para contar su historia, pero que me gusten tanto estas novelas implica también que he leído bastante ejemplos de ellas y que me vuelva un poco exigente a la hora de disfrutarlas. Y, por desgracia, en Stealing Infinity el viaje en el tiempo es un elemento accesorio, inexplicado y decepcionante.

No es ni la primera ni la última novela que utiliza como entorno una exclusiva escuela que aísla a sus alumnos de la sociedad buscando explotar todo su potencial, aunque en este caso no se trata de magia como en la reciente The Atlas Six, libro con el que tiene algunas semejanzas. Los alumnos de la escuela en Stealing Infinity son más jóvenes, y durante el proceso de reclutamiento tampoco tienen muy claro que se espera de ellos.

El ritmo de la novela es bastante rápido, eso es algo que hay que concederle a Alyson Noël, que consigue presentarnos más de 100 capítulos en esta primera parte de una serie. Por desgracia, ese es uno de los escasos puntos favorables de la publicación.

La explicación de cómo se llevan a cabo los viajes en el tiempo es sencillamente inexistente, pero el por qué se realizan quizá sea que se lo esté guardando para los siguientes volúmenes, porque tras más de cuatrocientas páginas que sea por el capricho de tener objetos valiosos de un multimillonario se queda bastante coja. Deja entrever que hay otras razones, pero como deja entrever tantas otras cosas en una primera entrega que apenas tiene cohesión como obra independiente, dejando una gran cantidad de tramas abiertas con un final que te deja una sensación de incompletitud, como si la autora hubiera cortado en esa página porque la máquina de escribir se le quedó sin tinta, no porque fuera el final que había planeado.

Los personajes son bastante planos, entiendo que estamos ante una novela juvenil pero es que parecen arquetipos de instituto americano, la animadora con mal fondo, el amigo comprensivo secretamente enamorado de la protagonista… Como digo, todo demasiado previsible.

La recreación de las escenas históricas en las que interviene la protagonista es más plana que Castellón, y que cada vez que la protagonista se encuentre en una encrucijada le vengan recuerdos de su padre desaparecido que casualmente le explicaba lo que le hacía falta, es un insulto a la inteligencia del lector.

La interpretación en el audiolibro por parte de Suzy Jackson, Pete Bradbury y Julian Elfer es muy correcta, pero es que el material de partida ya era deficiente. No puedo recomendar esta lectura.

In a Garden Burning Gold

Tampoco es que tuviera muchas expectativas sobre la lectura de In a Garden Burning Gold, bien fuera porque no conocía al autora o porque lo que más me atrajo de la sinopsis fuera que los protagonistas fueran mellizos (una de mis debilidades). Pero es que me he encontrado una novela muy floja en la creación del mundo y con unos personajes pusilánimes, además de unos giros de guion que se ven venir desde el minuto -3.

La fantasía es de inspiración griega, o al menos eso se desprende de los términos utilizados por la autora, que habla de unas ciudades estado controladas por humanos extremadamente longevos con capacidades mágicas que comparten con sus hijos. El equilibrio entre estas ciudades es bastante inestable y las intrigas políticas están a la orden del día. Los protagonistas del libro son Rhea y Lexos, los mellizos que ocupan el siguiente puesto en la línea de sucesión de su padre, aunque tienen otros dos hermanos, Chrysanthi y Nitsos con un papel menos relevante.

La “magia” de Rhea es controlar que el cambio de estación sea la más propicio posible, algo que consigue con el asesinato ritual de su consorte, escogido entre los súbditos de su pequeño reino. Si tenemos en cuenta que como digo la familia en el poder es prácticamente inmortal, pues Rhea carga con más muertes en su conciencia que el Castigador, pero eso parece que le ha influido poco en el carácter, se ve que matar a tu marido es simplemente otro día más en la oficina. Lexos es el segundo de su padre, que parece estar en horas bajas.

El sistema mágico no es que esté mal explicado, es que directamente es intercambiable según le convenga a la autora. Y las conspiraciones políticas de las que se jacta Lexos son de una ingenuidad notoria, sobre todo si tenemos en cuenta que llevan décadas en el poder. El ritmo es bastante lento, cosa que tampoco favorece para nada al libro, que pretende ser complejo pero se queda en el intento, porque como digo el escenario tiene la consistencia de unos pilares de papel de aluminio. Y las revelaciones de la parte final de la novela están más vistas que el hilo negro.

Estamos ante una novela fallida de la que recomiendo huir. ¡Y es solo la primera parte! A mí por lo menos en esta no me vuelven a pillar.

A Mirror Mended

No hace falta que venga yo a cantar las alabanzas de Alix E. Harrow, ya lo hacen muy bien por ella sus obras, afortunadamente bastantes de ellas disponibles en nuestro idioma. Así que hoy vamos a hablar un poquito sobre su última publicación, A Mirror Mended, la segunda entrega de su saga con multiversos en los cuentos de hadas más famosos.

Ya conocimos a la protagonista, Zinnia Gray, en A Spindle Splintered, así que ahora seguiremos sus pasos ya como “arregladora” experimentada de fábulas. Los puntos fuertes que ya tenía la primera novela, como un humor desenfadado y un ritmo trepidante, siguen presentes aquí, en un audiolibro de apenas tres horas que se escucha con una sonrisa en los labios. También es cierto que el humor es tan, pero tan actual, que a veces me hacía pensar si es un libro que pueda no envejecer bien a pesar de la atemporalidad de los cuentos de hadas. Pero, ¿qué más da? Que nos quiten lo bailao.

Zinnia quiere un cambio en su vida después de haber perdido la cuenta sobre cuántos problemas narrativos ha arreglado en las distintas versiones de la Bella Durmiente por las que ha pasado. Está preparada para el cambio, así que cuando acaba en la historia de Blancanieves lo que más la sorprende no es nuevo escenario, si no quién requiere su ayuda en esta historia.

Me gusta muchísimo cómo cuenta Alix la historia, dando con el tono justo entre el humor y la reflexión, además de que deja meridianamente clara la bisexualidad de la protagonista, algo que es muy de agradecer. Además, no deja de lado el multiverso y las consecuencias que en su tejido puedan tener los constantes viajes e intervenciones de Zinnia, añadiendo ese pequeño, ligero toque de ciencia ficción que para mí es la guinda del pastel de una serie más que entretenida y memorable.

No puedo dejar de hacer mención a la narradora del audiolibro, Amy Landon, que hace una labor encomiable, consiguiendo que te zambullas en la historia y que no quieras dejarla en ningún momento.

Kingdoms of Death

Parece mentira que ya vayamos por la cuarta entrega de esta saga épica de space opera, cuya complejidad y atractivo hace que palidezcan otras en comparación. Aunque normalmente se habla de worldbuilding cuando mencionamos la creación de escenarios, ambientación y cultura que llevan a cabo los autores para dotar de contexto a sus libros, me parece que en el caso de Ruocchio vamos a tener que forjar un nuevo término, el universebuilding, así de grandiosa es la labor que está realizando.

Kingdoms of Death continúa la narración en primera persona de las andanzas de Hadrian Marlowe, pero con un tono mucho más oscuro que las anteriores entregas, con un desesperanza y una tristeza que impregnan cada una de las muchas páginas del libro. Se podría decir que es más comedido en el sentido de que gran parte de la trama transcurre en un solo lugar, aunque en periodo bastante prolongado de tiempo. Es muy difícil comentar una novela que continúa lo narrado en las tres anteriores sin destripar nada y sería injusto hacerlo porque gran parte del placer narrativo que tienen estos libros es ir conectado las piezas que el autor va mostrando poco a poco.

El libro tiene un comienzo que avasalla con una batalla muy bien narrada, pero pronto cambia de rumbo a una historia mucho más personal y triste, una descripción de cómo la tortura y la soledad pueden llegar a quebrantar la voluntad más férrea.

La prosa es maravillosa, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el autor, con sus sólidos conocimientos de cultura clásica reflejados en una sociedad situada miles de años en el futuro. Kingdoms of Death se centra mucho en los sacrificios que se han de realizar buscando un bien mayor, en la balanza moral entre lo que se ofrece y lo que se consigue. ¿Cuánto vale la vida de una persona? es una pregunta siempre presente en este libro.

Como en otras ocasiones he disfrutado de esta novela en formato audiolibro. La labor de Samuel Roukin es estupenda, aunque he de reconocer que en esta ocasión el tono escogido para el peor de los villanos que aparecen no me convence para nada. Me rechinaba que alguien capaz de aniquilar mundos enteros tuviera casi voz de pito, aunque esto como digo es una sensación muy personal que no sé si será compartida por los demás cuando escuchen el audiolibro.

Ya solo nos falta otra novela para poder contemplar esta obra como un ente completo, en ese futuro de dentro de 20000 años con la humanidad bajo la amenaza alienígena.

Eversion

Para mí, siempre es una buena noticia una nueva publicación de Alastair Reynolds, uno de mis escritores favoritos. Sin embargo, por la razón que sea Eversion no ha hecho demasiado ruido en las redes, así que aquí vengo yo dispuesta a subsanar este error.

La novela puede parecer confusa en un principio, por que una expedición marítima en un barco a vela no es un escenario muy habitual para la ciencia ficción. No obstante, poco a poco vamos viendo cosas extrañas que nos hacen pensar que no todo lo que le está sucediendo al doctor Silas Coade entra dentro de lo normal.

Creo que es importante mantener ese velo de misterio y no entrar mucho en la trama, porque parte del juego que propone el autor es ir hallando esas contradicciones y usarlas para hacer nuestras propias conjeturas. Lo cierto es que a mí me ha recordado en cierto modo a Diamond Dogs y eso son palabras mayores.

Ciertamente tiene un inicio lento, pero la tensión va en aumento conforme las situaciones inexplicables se van acumulando. Además, Reynolds utiliza como elemento en torno al que gira parte del misterio un divertimento topológico que es totalmente contraintuitivo, como el propio desarrollo del libro. Una broma de científico para desesperar a sus fans que no poseemos esos conocimientos matemáticos.

Otro tema muy relevante en la novela es el desarrollo de las inteligencias artificiales y en este aspecto resulta un poco raro que haga referencia a los sistemas expertos, que es una expresión bastante denostada hoy en día, justo cuando los padrinos del deep learning han sido premiados con el Princesa de Asturias.

Siempre me ha encantado la forma en la que Reynolds plasma sus vastos conocimientos en las páginas de una forma amena y cautivadora. Es uno de los grandes secretos de su ciencia ficción. También es muy de agradecer que sea un libro completamente autocontenido que por su propia naturaleza no puede tener continuación.

El carisma de los personajes también es uno de los pilares fundamentales de la novela, que nos ofrece un repertorio de miembros de la expedición que podría parecer arquetípico (el encargado de seguridad hercúleo y valiente, el patrocinador obstinado con dejar un recuerdo para la posteridad, el supuestamente inculto pero versado en las artes de la vida marinero…) a los que merece mucho la pena conocer.

Os recomiendo leer esta novela con el menor conocimiento previo posible para poder sorprendernos con el juego de espejos que nos propone el autor. Estoy segura de que no os decepcionará.

Fevered Star

Me gustó Black Sun en su momento, así que tras la reciente publicación de Fevered Star tenía claro que no iba a tardar mucho en hacerme con él. Además, como la versión en audiolibro salió en mi plataforma de uso habitual, estaba cantado que lo iba a escuchar pronto.

Fevered Star adolece del síndrome de segundo libro de una trilogía, que no cuenta con la novedad de la primera novela y tampoco juega con la emoción de llegar a la culminación de la historia. Es por esto que se siente como una novela de transición, con mucho viaje para colocar piezas y sobreabundancia de diálogos para explicar las situaciones y las intrigas que se van desarrollando. La situación de impasse que se creó al final de la primera novela, continúa en esta aunque haya avances, siendo el principal referente la ausencia del sol en un eclipse que se prolonga varias semanas, tiñendo lúgubremente el mundo.

Me gusta el hincapié que hace la autora en la dualidad humano-dios que padecen los avatares de los dioses, Serapio y Naranpa, que a causa de los poderes con que han sido investidos carecen de capacidad de decisión sobre sus acciones. La autora consigue un equilibrio bastante complicado con las apariciones de cada personaje e incluso añadiendo alguno más que sin duda tendrá un papel relevante en el desarrollo de los acontecimientos.

Se trata de un libro oscuro al que no le duelen prendas para matar a personajes que pensábamos que podrían haber llegado a ser relevantes. Basa mucho su desarrollo en las intrigas políticas y las alianzas que pueden parecer contra natura con tal de hacerse con el poder, en este sentido no es nítida la diferencia entre buenos y malos, siempre con una escala de grises con la que Roanhorse juega de manera impecable.

La narración la llevan a cabo varios actores, Christian Barillas, Darrell Dennis, Cara Gee, Nicole Lewis y Shaun Taylor-Corbett. Esta abundancia de voces le da un dinamismo a la escucha que no sé si será igual en el formato habitual del libro.

Aunque Fevered Star no alcanza los niveles de su predecesor, no es óbice para que siga interesada en saber cómo acaba la saga Between Earth and Sky.

August Kitko and the Mechas from Space

Muchas veces nos pasa que ponemos demasiadas expectativas en nuestras lecturas, o que erróneamente pensamos que una novela va a seguir un camino y acaba yendo por otros derroteros. La verdad, cuando vi la cubierta y el propio título de August Kitko and the Mechas from Space, lo primero que se me vino a la cabeza fue David Bowie y la novela Space Opera de Catherynne M. Valente. Ninguna de estas referencias resultó ser válida, la primera porque aunque el libro está basado en la música los personajes ni se acercan en carisma a Ziggy Stardust (misión casi imposible) y la segunda porque Valente adopta como propia la tradición de Eurovisión y la lleva al espacio, elevando la mamarrachez a su máxima potencia y Alex White nos ofrece una obra mucho más comedida.

La Tierra está condenada, porque al igual que la práctica totalidad de las colonias humanas en el espacio está destinada a la destrucción por parte de unos mechas alienígenas de insuperable poder. El pianista de jazz Gus Kitko está pensando en el suicidio justo coincidiendo con la llegada de los Vanguards, pero una improvisación con su piano consigue lo impensable y se convierte en la esperanza de salvación de nuestro planeta.

El punto de partida es algo absurdo, por mucho que digan que la música amansa a las fieras (se ve que a los robots asesinos gigantes teledirigidos también) y hay que aceptar que ese será el tono del libro en general. Hay muchas escenas de acción bastante entretenidas y una historia de amor muy tierna que vemos cómo se va desarrollando poco a poco entre invasión, catástrofe y revelación inesperada. Pero el libro me parece muy descompensado y los protagonistas, bastante planos. Me gustaría que se hubiera explorado más la verdadera causa raíz de la llegada de los Vanguards, porque eso sí que es un tema que merece investigar en profundidad, pero le autore se pierde un poco entre sesiones jam y movimientos poco sutiles del fandom, lo cual me parece una pena.

Tampoco sabía que esta es solo la primera entrega de una serie, aunque la lectura está perfectamente contenida en un solo volumen. Me gusta la representación de la bisexualidad y la presencia de personajes no binarios, me parece que encaja perfectamente con la obra y con lo que resultará ser el futuro de la humanidad. Es solo que mis expectativas me han jugado una mala pasada al escuchar el audiolibro.

La narradora del audiolibro es Hayden Bishop y realiza una tarea muy adecuada al ritmo del libro, aunque su voz no me resulte especialmente musical, como sería lo lógico cuando estás representando a varios artistas de diversas extracciones. No obstante, su labor es muy buena.

No puedo recomendar el libro si no es sabiendo un poco de antemano lo que te vas a encontrar, para que no entres con una expectativas que no se podrán alcanzar.