The evolutionary void

Evolutionary-Void-HeaderCon esta última entrega finaliza la Trilogía del Vacío del Peter F. Hamilton, aunque el autor volverá a este escenario en The abyss beyond dreams.

Las dos entregas anteriores, aunque me gustaron, no me llegaron a entusiasmar. Afortunadamente puedo decir que con The evolutionary void, Hamilton consigue colmar mis expectativas.

En primer lugar el autor despacha relativamente rápido la trama de Edeard exponiendo solo algunos sueños (no sin aprovechar para mostrarnos la corrupción del poder absoluto). Así se dedica a lo que mejor sabe hacer : escribir space opera épica de la buena. ¿Razas alienígenas? ¡Las tenemos! ¿Amenazas galácticas? ¡Presentes! ¿Tecnologías gargantuescas? ¡Póngame una docena! Cuando lo que está en juego es la existencia de la GALAXIA toda implicación es poca.

La escala de las acciones que se nos muestran a lo largo de la lectura son tan enormes que nos vemos abrumados. Y la planificación que se ha requerido con anterioridad para que se desemboque en las escenas finales dice mucho de la capacidad de preparación de Hamilton. Personajes y acciones de las primeras entregas de la saga de la Commonwealth ahora cumplen su papel, secundario o no.

En algunas ocasiones parece que el propio autor no se toma muy en serio o busca oportunidades para escribir de una manera diferente, como cuando imita la forma de expresarse de un robot en “modo supervivencia” o cuando aparece un personaje por todos conocidos por su peculiar forma de entender el mundo (y expresarse al respecto). Esta “broma” aparece en el momento adecuado para seguir llevando al lector a través de los capítulos sin que en ningún momento decaiga el interés. Incluso uno de los capítulos está escrito de una forma que podríamos definir casi como poética. Es espectacular la cantidad de matices que el autor puede incluir en su prosa.

Quizá lo que más me ha calado tras finalizar el libro han sido sus implicaciones filosóficas. Lo que significa realmente ser humano, la evolución a la que nos veremos abocados tarde o temprano, el cumplimiento de los objetivos como especie… son temas muy profundos que Hamilton consigue exponer sin imponer (al menos no demasiado) sus convicciones.

Si lees estos libros, no te arrepentirás para nada del tiempo invertido. Lo único malo será el vacío que quedará en tu interior.

La piedad del primero

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Durante demasiado tiempo he tenido pendiente la primera novela de Pablo Bueno, pero al fin he conseguido encontrar el tiempo para ponerme con ella.

La piedad del primero es la novela de debut del autor y, aunque no exenta de fallos, me hace albergar esperanzas sobre su carrera literaria.

Se trata de una novela de fantasía situada en un mundo pseudomedieval, con algo de magia y bastantes escenas de acción. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Quizá esa sea la principal crítica que le puedo hacer al libro, que me recuerda demasiado a otras lecturas. No obstante, Pablo consigue encontrar su propio camino.

Me gusta el lenguaje que utiliza, llano cuando hace falta y “cortesano” en otras circunstancias. La adaptación de la prosa a cada situación es la correcta.

Su formación como músico es evidente en la relación de la novela con la música, sutil pero importante (al menos a mi entender). Imagino que muchos de los símiles usados podrían tener cabida perfectamente en una clase, pero también son adecuados en este libro.

La parte más tópica de la novela se sitúa al principio, con unas figuras malvadas arrebatando a un niño de los brazos de su madre para lanzarlo a un duro entrenamiento del que solo sobreviven los mejores. Esto es casi el arquetipo del origen de un protagonista de una novela de fantasía épica o de espada y brujería.

No obstante, conforme va evolucionando la historia nos vamos separando un poco de esta historia típica. Me hubiera gustado que el cambio hubiera sido más radical, pero es posible que esta nueva senda la veamos en la segunda entrega de la trilogía. Yo por lo menos tengo intención de leerla.

En un ejercicio que cada vez me está gustando más, he compartido esta lectura. Es algo que os aconsejo si no lo habéis hecho nunca, ya que aporta otro punto de vista y dota de más valor al placer de la lectura.

This savage song

ThisSavageSong_2_670Tenía pendiente leer algo de V.E. Schwab (o Victoria Schwab) desde que leí la reseña de Elías, pero han tenido que pasar dos años hasta que los astros se han conjurado para que cayera en mis manos This savage song, una novela juvenil de esta autora.

Es importante recalcar el hecho de que es una novela YA para no llevarnos a confusiones. No por ello es menos entretenida o está peor escrita, pero lo cierto es que me sigue quedando pendiente una novela “adulta” de la autora.

El escenario en el que tiene lugar This savage song no resultará del agrado de todos. Estamos más que acostumbrados, incluso algo hastiados de novelas postapocalípticas y aquí podemos creer que nos encontramos ante “otra más”. Aunque desgraciadamente Schwab no consigue romper del todo con las convenciones del género, es cierto que no se trata de otro clon. Tras el “Fenómeno”, los actos violentos de las personas dan lugar a monstruos. Me encanta esta idea de que la violencia solo genera violencia, me parece un símil de tremenda actualidad.

Existen tres tipos de estos, cada unos con sus mortíferas características. Para conocer sus características, solo hay que haber oido esta rima infantil:

“Corsai, Corsai, tooth and claw,
Shadow and bone will eat you raw.
Malchai, Malchai, sharp and sly,
Smile and bite and drink you dry.”
“Sunai, Sunai, eyes like coal,
Sing you a song and steal your soul.”

La ciudad donde tiene lugar la acción está dividida en dos: en la parte norte se paga por la protección contra los ataques mientras que en la parte sur es la propia población la que se defiende. Los descendientes de las dos familias dominantes en cada zona están condenados a entenderse.

Norte y Sur, Romeo y Julieta… se nos pueden ocurrir muchas comparaciones con este mismo escenario y no iremos muy desencaminados, pero el oficio de la autora y su forma de escribir hacen que no nos fijemos en estas similitudes si no más bien en las diferencias.

El ritmo es elevado desde un principio y la novela se lee con bastante rapidez. Aunque muchos de los giros y las “sorpresas” son bastante previsibles, la tensión va en aumento, algo que es de agradecer a Schwab.

La novela se cierra de forma correcta, y aunque quedan cabos sueltos que resolver para la siguiente entrega, la finalización es satisfactoria.

En definitiva, This savage song es una novela correcta y entretenida, que ya es bastante decir.

Homeland

homeland-US-cover-largeCory Doctorow tiene un estilo de escritura directo y divulgativo que le va muy bien a la novela adolescente, género en el que se puede enmarcar Homeland. Este libro es la secuela de Little Brother (con película en el horizonte) y sigue con las peripecias de los protagonistas de la entrega anterior, con más edad pero igualmente idealistas.

Tras las experiencias de la primera entrega Marcus Yallow se encuentra en una posición difícil. Sus padres han perdido sus trabajos y él ha tenido que dejar de estudiar so pena de seguir aumentando una deuda por estudios ya casi inasumible. No encuentra trabajo y no ve el futuro claro. Las primeras escenas de la historia transcurren en el festival Burning Man, epítome de todo lo guay que le puede suceder a un joven hacker o con aspiraciones artísticas. Pero también un lugar donde realizar contactos y encontrarse con viejos conocidos, a los que quizá no querría ver más.

Indudablemente el pasado y presente del autor como activista de derechos fundamentales contra la opresión está presente en cada una de las páginas de la novela. Tanto es así, que a veces el ritmo de la historia se ha de plegar a ese componente aleccionador y en ocasiones evangelizador. Como ensayo divulgativo de la cultura hacker y de la protección de datos creo que no tiene precio, como novela sí que la veo lastrada por ese mismo objetivo de aprendizaje.

Leído desde la perspectiva de un adulto, es indudable que nos puede servir para abrir los ojos ante la realidad actual de vigilancia constante y de crisis y emergencia permanente. Aunque solo sea por este toque de atención, creo que merece la pena leer Homeland.

Infomocracy

infomocracyLeer Infomocracy durante la campaña electoral española ha sido una casualidad que me ha permitido enfocar la lectura con matices añadidos, que sin duda habrán influenciado mi valoración de la novela.

Infomocracy tiene muchos contrastes. La idea subyacente, es un conjunto de “microdemocracias” en la que los electores son agrupados en grupos de cien mil personas que decidirán que gobierno tendrán. Estos elecciones luego darán lugar a la Supermayoría que gobernará el mundo. ¿No te gusta el resultado electoral de tu grupo? Puede que dos calles más allá puedas vivir en otro grupo electoral con tendencias distintas. La migración entre grupos es un hecho aceptado e incluso promovido, para que cada grupo sea lo más homogéneo posible.

Esta idea, que puede parecer idílica, en realidad tiene unas necesidades masivas de información y conectividad. Para esto existe Information, un ente neutral que gestiona todos los datos de este mundo permanentemente conectado, ofreciendo en cada momento todo lo necesario para tomar desde las decisiones más nimias (¿te apetece cambiar de peinado? Instaura una subasta a ver qué peluquería cercana te ofrece el mejor servicio al mejor precio) hasta las de mayor calado.

Este es uno de los contrastes tan acusados a los que hago referencia. La ingente cantidad de información, de datos, de bits que Information tendría que manejar hipotéticamente es realmente desmesurada. La infraestructura subyacente que puedo llegar a imaginar para este servicio no corresponde en absoluto con la idea de nodos que utiliza Older. Podría obviar esta contradicción si no fuera porque es parte fundamental de la trama que se desarrolla.

También resulta impactante que se siga “respetando” la jornada de reflexión antes de las elecciones (¿no se debería poder tener acceso a la información hasta el último minuto para poder decidir el voto?) pero que se pueda proclamar el ganador por medios oficiales cuando no ha finalizado no ya el escrutinio, ni siquiera el voto por los cambios de horario. Esto roza el esperpento. ¿Acaso esta proclama no influría en los últimos votantes que podrían apostar a caballo ganador?

Estos dos aspectos muy negativos de la trama hacen que baje mi valoración de una novela que sin duda resulta interesante por otros aspectos. Conozco a más de uno y más de dos que matarían por disponer del software de análisis del que se hace uso aquí a diestro y siniestro. El tratamiento de las estadísticas es correcto y aplicable a las situaciones que se presentan. Los personajes son un tanto extremos, pero se agradece la variedad étnica y de género. También me gusta el toque solidario que hay presente, aunque se trate de soslayo. Es innegable la labor de investigación llevada a cabo por la autora, que sitúa muchas escenas en distintos lugares para dar más variedad al libro.

Con thriller político que es, Infomocracy merece la pena. A pesar de sus defectos, que los tiene, es una lectura ágil y divertida.

The temporal void

temporalvoidSigo con la lectura de la Trilogía del Vacío de Peter F. Hamilton. Tras The dreaming void, el interesante aunque algo irregular comienzo de la historia, nos encontramos con The temporal void, que sufre del síndrome del segundo libro y que repite algunos de los errores del anterior, como ahora veremos.

El libro comienza justo donde quedó el anterior, lo que no hace si no reafirmarme en mi intención de leerlos todos seguidos para tener una idea más clara del conjunto. La estructura vuelve a estar dividida en varios puntos de vista, el de Edeard que se desarrolla en Makkathran y el momento “actual” en la Commonwealth. Además, se une a estas dos líneas temporales la de Justine, en un viaje personal que nos permite empezar a sospechar algo de la verdadera naturaleza del Vacío.

Hamilton juega con las cartas marcadas. Hasta casi el final de este libro no entendemos el por qué del fanatismo religioso que da lugar a la peregrinación al Vacío. Estaremos de acuerdo en que la vida en Makkathran, con sus poderes telepáticos, su longevidad y su relativa tranquilidad puede resultar atractiva, pero comparado con la existencia en la Commonwealth, en la que la inmortalidad está prácticamente asegurada mediante los volcados de memoria y con un nivel de tecnología muchísimo más avanzado, no parece lógico. El fervor religioso que despiertan los sueños de Íñigo carecía de base para mí, hasta que se lleva a cabo una revelación que lo cambia todo. ¡Pero el autor ha esperado casi 1500 páginas para hacerlo! Me parece un poco tramposo.

Salvando este detalle, la narración vuelve a estar desequilibrada entre los puntos de vista. Dejando aparte del de Justine, que es prácticamente testimonial, la parte del león se la vuelve a llevar Edeard. Y eso que para mí es la más floja, con intrigas palaciegas muy pero que muy previsibles. La lucha de las facciones de la Commonwealth, la búsqueda del segundo soñador, Paula Myo y sus investigaciones… me resultan mucho más apasionantes que la otra parte de la historia. Así que me encontraba deseando terminar las secciones de los sueños de Íñigo para volver a la “chicha”. Y cuando volvemos a ver a personajes ya conocidos, a viejos enemigos y quién sabe si futuras alianzas… nos quedamos con el corazón en vilo.

Lo que no se le puede negar al autor es que es un maestro de cliffhanging. El final del libro, más que resolver las dudas, deja totalmente abiertas tantas y tantas posibilidades que no nos queda más opción que dejarnos caer en el vacío, una vez más.

The best sf and fantasy of the year Vol. 10

FC-BEST-SFF-VOL-10-199x300Un año más Jonathan Strahan nos trae lo mejor del año para nuestro uso y disfrute. Los nombres incluidos en esta selección suelen ser sinónimo de calidad, así que me puse a leer esta antología con muy buena disposición.

“Black Dog”, Neil Gaiman

Una aventura protagonizada por un personaje secundario de American Gods, un libro que no he leído y por lo tanto, no me influye. La historia es bastante típica, aunque bien escrita.

“City of Ash”, Paolo Bacigalupi

Muy corto y quizá por eso más impactante. Bacigalupi continúa explorando ese mundo definido por la sequía en EE.UU.

“Jamaica Ginger”, Nalo Hopkinson & Nisi Shawl

Con toques steampunk, este relato habla sobre las desigualdades y la esclavitud. Le falta algo para ser completo.

“A Murmuration”, Alastair Reynolds

Compleja historia saturada de ironía hacia el mundo académica y sus papers, pero con el casi imprescindible toque científico que Reynolds da a su obra. Se entrevé una profundidad mayor de la que nos cuenta, pero todo queda en manos del lector.

“Kaiju maximus®: ‘So Various, So Beautiful, So New’”, Kai Ashante Wilson

Hay veces que cuando leo relatos no acabo de comprender lo que quiere decir el autor. En ocasiones lo achaco a mi nivel de inglés, pero no estoy segura de que esto sea lo que ha pasado en esta ocasión. El relato me ha parecido innecesariamente complicado y no me ha transmitido nada.

“Emergence”, Gwyneth Jones

Muy buen relato de Jones, sobre los cambios que la humanidad habrá de afrontar para conseguir la inmortalidad. También es importante el concepto de humanidad y libertad de la Inteligencias Artificiales,  con un sistema solar dividido entre la zona exterior, en la que están reconocidas como “seres libres” y la zona interior, donde son solo esclavos.

“Water of Versailles”, Kelly Robson

No se le puede negar la originalidad a este relato que mezcla la depravación cortesana con espíritus acuáticos.

“The Deepwater Bride”, Tamsyn Muir

Tamsyn consigue arrancarnos una sonrisa con esta historia de videntes que asisten a las catástrofes provocadas por los monstruos del averno. Se deja leer.

“Dancy vs. the Pterosaur”, Caitlin R. Kiernan

Lo veo como prólogo o introducción a una historia más larga, pero este relato con tintes apocalípticos se queda corto por sí solo.

“Calved”, Sam J. Miller

Leí este relato como uno de los preferidos por los lectores de Asimov, cosa que no me extraña para nada, ya que representa muy bien el sentimiento de alejamiento que sienten los padres ante sus hijos adolescentes, cuando la barrera generacional que los separa se hace más y más alta.

“Capitalism in the 22nd Century”, Geoff Ryman

Esta reflexión sobre el hecho de estar permanentemente conectados y sus implicaciones me parece muy acertada, aunque temo que peca de breve.

“The Heart’s Filthy Lesson”, Elizabeth Bear

Curiosa historia de investigación y supervivencia que apareció en primer lugar en la antología Old Venus, y que se adapta perfectamente a esa visión pulp, oceánica y salvaje que buscaban los seleccionadores. Por otra parte, es bastante lineal, algo que no es necesariamente malo.

“The Machine Starts”, Greg Bear

Me recuerda a Patchwerk, salvando las distancias. Relato sobre estados cuánticos, es difícil entrar en él pero una vez establecidas las condiciones iniciales se desarrolla con facilidad.

“Blood, Ash, Braids”, Genevieve Valentine

Curioso relato eminentemente femenino sobre el papel desempeñado por la mujer en la guerra, en un escenario al que no estamos acostumbrados.

“Hungry Daughters of Starving Mothers”, Alyssa Wong

No me extraña que este relato haya ganado el premio Nebula, porque tiene imágenes muy potentes. Es demasiado oscuro para mi gusto, pero puedo entender su éxito.

“The Empress in Her Glory”, Robert Reed

Nadie duda de que el empeño secreto de cualquier bloguero es dominar el mundo, es un hecho constatado. Robert Reed utiliza una invasión alienígena como telón de fondo para contar una historia de dominación y popularidad, mejor en su inicio que en su fin pero a pesar de todo meritoria.

“The Lily and the Horn”, Catherynne Valente

Valente no es una de mis autoras favoritas, pero hay que reconocer que en esta narración consigue atraer mi atención con un mundo pseudomedieval donde las guerras se han sustituido por enfrentamientos envenenados.

“The Winter Wraith”, Jeffrey Ford

Uno de los autores favoritos de Marcheto, que sin embargo con este relato no ha conseguido convencerme. No sé si juega la baza del horror cotidiano o pretende ser una alegoría sobre la temporalidad de las cosas y se queda un poco a medio camino.

“Botanica Veneris: Thirteen Papercuts by Ida Countess Rathangan”, Ian McDonald

Con una estructura bastante original, la contribución de Ian McDonald al proyecto Old Venus es una historia de búsqueda, situada en Venus pero que perfectamente podría haber tenido lugar en las junglas terrestres. No resulta fácil entrar en la narración principal porque cada relato son pequeñas pistas que se añaden a la trama, pero una vez que se ve todo el escenario el puzle acaba encajando.

“Little Sisters”, Vonda McIntyre

Me temo que el hecho de que este relato esté encuadrado dentro de otro universo mayor creado por Vonda McIntyre hace que los neófitos en la materia nos encontremos algo perdidos.

“Ghosts of Home”, Sam J. Miller

La segunda contribución de Sam J. Miller a este volumen es totalmente distinta a la anterior, lo que prueba la versatilidad del autor. La premisa es ciertamente sorprendente, ya que el trabajo de la protagonista, de candente actualidad, es mantener contentos a los espíritus de las casas que han sido expropiadas. Posteriormente la historia se desliza por vericuetos más extraños y pierde fuelle, pero no se puede negar lo original del principio.

“The Karen Joy Fowler Book Club”, Nike Sulway

Supongo que quien haya leído The Jane Austen Book Club podrá entrar en el juego metaliterario de Nike Sulway. Como no es el caso, no me ha parecido destacable esta historia apocalíptica.

“Drones”, Simon Ings

Curiosísimo relato con tintes postapocalípticos, en el que una nueva sociedad se ha creado. Los recursos disminuyen y las mujeres son un bien escaso. El comienzo del cambio ocurrió con un hecho que nos parecerá nimio pero no lo es: la muerte de las abejas.

“Oral Argument”, Kim Stanley Robinson

Me ha gustado este relato, por la idea subyacente (aunque esté inspirada en By light alone de Adam Roberts) y por la forma de exponer los argumentos, como si fuera una vista oral de un juicio.

“The Pauper Prince and the Eucalyptus Jinn”, Usman T. Mailk

Creo que este es el cuento que más me ha gustado de la antología, por ese toque de fantasía exótica que el autor le imprime. Además, el trasfondo de los cambios generacionales, del amor interculturas, del ansia por encontrar un significado a los hechos que nos formaron como personas… Me parece que tiene muchos niveles de lectura y lo recomiendo sinceramente.

“The Game of Smash and Recovery”, Kelly Link

Leer a Kelly Link ha sido una montaña rusa. Al principo no entendía nada, luego mejoraba, luego pasaba otra cosa que lograba entender… Mejora indudablemente al final, cuando se decanta por una historia más definida.

“Another Word for World”, Anne Leckie

Un relato muy predecible que cierra una antología demasiado irregular. Me gusta la importancia que se da a la traducción y a sus problemas, ya que muchas veces esto se pasa por alto en las relaciones interespecies. Supongo que Manuel de los Reyes o algún otro traductor tendría más que aportar en este sentido. Por lo demás, se ve venir a la legua.

La selección de este año de Strahan es muy irregular y hay pocos relatos que destaquen. Y no parece que haya sido un año especialmente malo, si tenemos en cuenta las recomendaciones de @odo en su ineludible sección de SuperSonic. Para mí, destacan especialmente “The Pauper Prince and the Eucalyptus Jinn” y “A Murmuration”. Me ha divertido mucho “Water of Versailles” y sigo recomendando leer Meeting Infinity, aunque precisamente los relatos seleccionados por Johathan para este volumen no sean mis preferidos de esa recopilación.

Ninefox gambit

ninefoxVaya por delante que Ninefox gambit es una lectura difícil. La curva de aprendizaje para introducirnos en la novela es muy empinada, sin ir más lejos tuve que leer varias veces el primer capítulo para empezar a entender el universo que ha desarrollado Yoon Ha Lee.

Nos encontramos ante una space opera muy rica, con intrigas, batallas, traiciones, jerarquías… todos los ingredientes necesarios para generar un cóctel explosivo. Pero no es sencillo entrar en él. La autoraEl autor nos coloca directamente en este mundo sin concesiones y es labor del lector empezar a manejar las variables para despejar las incógnitas.

El axioma en el que se basa esta demostración de la capacidad creativa de Yoon Ha Lee es que las matemáticas lo rigen todo. No considero que haya entendido todas las ecuaciones e invariantes a los que hace referencia, no tengo capacidad para ello y tampoco creo que ese sea el objetivo de la autora del autor. Creo que su pensamiento es dotar de profundidad y cierto “realismo” a su historia mediante un tema que domina.

Sin embargo, lo que más me ha marcado en la lectura, una vez superado el trauma inicial, han sido los personajes. Cheris y Jedao están muy bien construidos y realmente empatizas con ellos (¿quién no se siente identificado con un sucio bastardo psicópata asesino de masas revivido como esclavo?). El resto de miembros de la flota son menos importantes, en algunos casos se podría decir que perfectamente intercambiables, pero opino que esto es un efecto buscado. Se da prioridad a las características de la “facción” a la que pertenecen que a la propia persona. Las jerarquías están claramente marcadas y las luchas de poder son apasionantes.

En algunos momentos me ha parecido que Ninefox Gambit perdía el ritmo, porque comentar una invasión en tiempo real no es nada fácil y a veces parecía como si la acción y la batalla se detuvieran en el tiempo para dar paso a una escena más introspectiva. Esto es una opinión personal que me gustaría comentar con vosotros cuando leáis este libro.

Me encanta también la atención al detalle mostrada y os pongo un ejemplo. Para intentar descifrar un código enemigo utilizan una vulnerabilidad de la semilla aleatoria, que es entre otras cosas el tiempo entre pulsación de teclas de un operador (una aleatoriedad muy débil). Es este tipo de minucias las que más atrapan a un cierto tipo de lector como yo.

La pena es que todavía no esté disponible el siguiente libro, porque me lanzaría a él sin dudarlo.

Word puppets

WordPuppets1Buscando una lectura que se pudiera interrumpir en cualquier momento para retornar a otros proyectos compartidos, empecé Word puppets, de Mary Robinette Kowal. Lo he ido leyendo muy a salto de mata, quizá sin hacerle justicia a una autora como Kowal. No obstante, siempre volvía a ella, así que algo bueno tenía que tener.

“The Bound Man”

Buena forma de empezar la antología, con un relato ambientado en las sagas nórdicas pero con un toque de ciencia ficción.

“Chrysalis”

Aparecen bastantes buenas ideas en “Chrysalis”, y la autora consigue manejarlas con oficio. Una serie de cartas documentan el cambio de la fase larvaria a la fase adulta de una especie alienígena, pero el trasfondo del relato es la madurez de la documentalista que  graba el proceso.

“Rampion”

Muy corto y bastante previsible esta “precuela” de Rapunzel.

“At the Edge of Dying”

Más previsible que los anteriores, me gusta el concepto de que la magia sea más poderosa conforme más cerca de la muerte se encuentre el mago, dando lugar a una espiral de violencia autoinfligida paraque los hechizos sean mejores. Lo demás me parece accesorio.

“Clockwork Chickadee”

Escrito con la fórmula de una fábula antigua, oculta una lección más profunda de lo que parece.

“Body Language”

Aunque leyera este relato sin saber quién es la autora, creo que se podría deducir que es Mary Robinette Kowal por la temática. Y es que tratar el tema de las marionetas con tanto conocimiento de causa no creo que esté al alcance de muchos escritores. Mezclado con una muy previsible investigación policial, no pasa de ser un relato anecdótico.

“Waiting for Rain”

Aparte de ser un elogio a la imprevisibilidad, la autora nos muestra lo que realmente fundamenta una relación amorosa. Emotivo.

“First Flight”

Entretenida historia con viajes en el tiempo y sus consecuencias, pero que no deja de ser algo ya visto muchas veces.

“Evil Robot Monkey”

Entiendo este cuento como una parábola de la discriminación social, pero me parece que se queda muy corto.

“The Consciousness Problem”

Curiosa esta historia sobre la identidad y la clonación. Me hubiera gustado verla más desarrollada.

“For Solo Cello, op. 12”

Me parece terrible el sacrificio que es capaz de hacer el protagonista por volver a ejercer su profesión. Difícil de creer pero muy emotivo.

“For Want of a Nail”

Marcheto con su buen ojo habitual ya me había permitido leer este relato ganador de un Hugo. De lo más recomendables de Word Puppets.

“The Shocking Affair of the Dutch Steamship Friesland”

Un pastiche holmesiano con una vuelta de tuerca que hace que los protagonistas no sean el famoso detective y Watson, aunque aparezcan en la historia. Me parece original el método empleado para el crimen que se nos relata.

“Salt of the Earth”

En un mundo claramente evocador de Dune, donde la escasez de sal (que no de agua) es la que limita la vida sucede una tragedia familiar. Me gusta la ambientación, me parece que podria dar mucho de sí.

“American Changeling”

Muy típica esta historia de hadas y sus enfrentamientos intestinos, aunque aderezada con la presencia de un híbrido capaz de tocar el hierro. Muy convencional.

“The White Phoenix Feather”

Divertido de tan tonto que es, se puede interpretar como una reflexión sobre los modales en la mesa aunque más bien es un simple entretenimiento.

“We Interrupt This Broadcast”

Esta historia y la siguiente están relacionadas. La idea de base es una historia alternativa donde la computación basada en tarjetas perforadas consigue avanzar de manera espectacular la carrera espacial. Pero “We Interrupt This Broadcast” es esencialmente pesimista con el futuro humano.

“Rockets Red”

Un espectáculo de fuegos artificiales en Marte sirve de escenario a una pequeña historia sobre soluciones imaginativas que proporcionan las madres, siempre alerta.

“The Lady Astronaut of Mars”

El mejor relato de la selección, una historia sobre la dualidad de la vida profesional y personal y las difíciles elecciones que hay que hacer al respecto.

En general esta colección de relatos me ha parecido bastante desigual, con algunos que destacan mucho sobre los demás y otros que me han parecido casi de relleno, aunque todos tienen algo de valía.

The dreaming void

200px-DreamingvoidComo ya me leí The abyss beyond dreams y quisiera hacer lo propio con The Night Without Stars, me hice el firme propósito de leer en algún momento la trilogía del vacío, Este empeño no es banal, se trata de tres libros de considerable volumen que requieren bastante tiempo, pero con la prosa ágil de Hamilton se hacen llevaderos.

La narración esta dividida en dos partes. Por un lado, vemos cómo se ha desarrollado el universo de la Commonwealth después de la Starflyer War. Por otro lado, asistimos a la narración de los sueños de Íñigo, que tiene una extraña relación telepática con Edeard, habitante de Querencia, un mundo dentro del Vacío con un sociedad feudal.

El principal problema de The dreaming void es que el interés de la narración de ambas partes está claramente desequilibrado. Mientras que en el mundo de la Commonwealth asistimos a luchas intestinas entre diversas facciones todopoderosas en Querencia vemos una historia muchísimo más típica de lucha por la supervivencia en un entorno casi medieval.

Tampoco ayuda al equilibrio de la historia que en una parte volvamos a encontrarnos con viejos conocidos como Paula Myo o Gore Burnelli, mientras que la historia de Edeard todos los personajes son nuevos y no te da tiempo a tomarles el mismo cariño.

No quiero en ningún momento decir que el libro es malo o aburrido. Muy al contrario, Hamilton vuelve a deleitarnos con aquello que se le da bien: alienigenas asombrosos, eventos de escala galáctica, intrigas, sexo… no falta nada lo que pueda constituir una gran space opera. La lectura es divertida y el ritmo trepidante, y sus muchas páginas pasan volando. Es solo que creo que podría haber sido mejor. Ya os contaré qué tal me va con el siguiente.