Puntual como un reloj, Seanan McGuire nos vuelve a traer una entrega de los Wayward Children a principios de año. Es cierto que el concepto de la serie es tan amplio que puede ir publicando historias y más historias sin llegar a repetirse, pero no es menos cierto que alguna novelas cortas son de mayor interés que otras.
¿Qué nos deparará la lectura de Adrift in Currents Clean and Clear? La respuesta es bastante sencilla, en esta ocasión veremos la historia pasada de Nadya, a la que ya conocemos del resto de novelas. Es una historia bastante asequible y tierna, de superación de las propias carencias. El tratamiento que McGuire hace de las características especiales que distinguen a Nadya de los demás niños es tan cuidadoso como creíble. Nacer sin un brazo para ella no es ninguna carga, ya que está acostumbrada. Es más problema de cómo la miran los demás por ello que suyo propio. También me gusta la historia de la adopción, ya que aunque no hay villanos en el relato sí que hay gente interesada más en las apariencias que en realizar actos desinteresados.
También está bien caracterizado Belyyreka, el mundo acuático al que Nadya llega a través de su puerta. Quizá lo que se echa algo de menos en la novela corta es un poco más de conflicto, de acción… Al final la sensación que te queda es que estás leyendo una introducción a otra historia que se te ha contado o se te contará en otro sitio. Una especie de flashback de presentación de personajes, pero que debido a la peculiar forma de publicación de la serie llega 7 capítulos después de cuando lo esperabas.
No recuerdo el acuerdo al que había llegado la autora para seguir publicando con Tor.com, pero no me extrañaría que se renovara, ya que en estos mundos siguen quedando muchas cosas por contar.