Pasará bastante tiempo hasta que se estudien en profundidad los efectos que la pandemia y el confinamiento han podido tener sobre la sociedad en general y las personas creativas en particular, pero de lo que no cabe duda es de la repercusión que ha tenido en John Scalzi, ya que él mismo lo deja patente en el final de su libro The Kaiju Preservation Society. No es ni mucho menos el libro que tenía pensado escribir, pero es el libro que le sacó del bloqueo así que eso al menos habremos de agradecérselo.
The Kaiju Preservation Society es un libro alocado, entretenido, perfectamente olvidable y que encaja como un guante en la definición de “palomitero”. El autor homenajea a los grandes monstruos de las películas japonesas como Godzilla y Gamera, sacándose de la manga un mundo alternativo con una biología cuando menos ecléctica donde estas centrales nucleares andantes campan a sus anchas.
Scalzi no deja pasar la oportunidad de criticar a los megamillonarios y al sistema que permite que jueguen con cartas marcadas para que siempre ganen, aderezando todo con referencias ochenteras no muy veladas pero que resultan divertidas. Es una novela que se olvidará conforme pasen unas pocas semanas desde la lectura, pero que consigue completamente su objetivo de entretener y dejar que la mente divague librándose de pensamientos más oscuros.
Los personajes son bastante maniqueos, aquí no hay escalas de grises en las intenciones de unos y otros y desde el principio queda perfectamente cristalino quién es el malo y el bueno de la historia. Los diálogos son muy fluidos, como suele ocurrir en los libros de este autor, y las escenas de acción también son entretenidas, algo que resulta más fácil cuando hasta los parásitos de los monstruos (que tendrán un papel importante en la historia) te pueden sacar una cabeza.
En definitiva The Kaiju Preservation Society es una lectura amena y divertida, una novela para disfrutar en el momento aunque luego la olvides.