Me habían gustado bastante las anteriores entregas de la saga Tensorate de J.Y. Jang, así que cuando se publicó la última, The Ascent to Godhood, no pasó mucho tiempo hasta que la leí. Además, su brevedad jugaba a su favor, porque la intercalé entre dos lecturas muy largas que tenía entre manos.
La forma en qué está narrada la historia varía en cada entrega y en este caso, aunque esté situada temporalmente después de las otros libros, narra sucesos acontecidos en el pasado, por lo que casi se podría considerar una precuela. Vamos a conocer la relación entre la “mala” de la serie y una de las revolucionarias, pero además el entorno en que se cuenta la historia, con influjos alcohólicos, hace muy distinta esta cuarta entrega de las demás.
A pesar de la curiosidad que podría haber despertado este volumen, realmente no aporta mucho a la serie. Quizá sea por la propia brusquedad de la narración o porque las entregas anteriores si que brillaban con luz propia, pero este The Ascent to Godhood no ha conseguido interesarme. No sé si habrá más entregas de la saga, pero considero este episodio bastante prescindible.
Es una historia de amor, sí, pero nos relata una historia demasiado típica, en un desarrollo bastante previsible que nos lleva del amor al odio. Una relación tóxica que se cimentaba sobre el poder de una de las partes y la servidumbre total de la otra que acabará forzosamente mal y que ni sorprende y que en ocasiones se hace aburrida.
Este borrón no va a estropear la impresión que tengo J.Y. Jang y de su escritura, así que espero con interés con qué nos sorprenderá la próxima vez.