The City of Brass de S.A. Chakraborty es uno de los libros incluidos en el Hugo Voter Packet y sentía curiosidad por esta novela que había provocado un cierto revuelo con su publicación.
El comienzo del libro resulta un tanto engañoso, ya que aunque la narración empieza en las calles del Cairo en la época napoleónica, rápidamente deriva en una estancia en una ciudad perteneciente al mundo mágico de los djinn, así que la primera impresión de historia alternativa no fue más que un espejismo.
Superada esta primera decepción, la verdad es que libro no acaba de remontar. Aunque tenemos dos puntos de vista que al principio están separados pero que acabarán por entrelazarse, ninguno de los dos es capaz de despertar mi interés. La novela se queda a medio camino entre la reivindicación de las clases más bajas por ocupar un lugar más adecuado en la sociedad y las intrigas palaciegas que parecen de juguete, a pesar de que las implicaciones pueden cambiar el destino de la propia ciudad.
Los personajes tampoco están excesivamente definidos, sobre todo porque están un poco estereotipados. La joven huérfana que resulta ser heredera de un familia importante, el guerrero que no recuerda casi nada de su pasado pero que va recopilando poco a poco sus memorias, el hijo menor del rey que no puede aspirar al trono pero que cuenta con el favor de las masas frente a su hermano mayor vividor… Historias que ya conocemos y que no se salen mucho del camino trillado
Me hubiera gustado que el tratamiento de la magia también tuviera algo de originalidad, pero las normas no están claras y los conjuros van surgiendo según la autora vaya teniendo necesidad de ellos.
El ritmo hasta casi la mitad del libro es demasiado lento, en un peregrinaje para el que el lector tiene que pagar una cuota demasiado elevada de paciencia. Luego mejora, pero ya lleva el lastre añadido de recuperar el tiempo perdido en la primera mitad de la narración.
En general, no puedo recomendar The City of Brass para su lectura, porque no encuentro suficientes puntos positivos que compensen el inicio extremadamente lento y la poca profundidad de los personajes.