Durante demasiado tiempo la tiranía de las novedades y no encontrarme con la energía necesaria para leer este libro me habían alejado de Cixin Liu. Y no sabéis cómo me arrepiento.
Siguiendo la historia donde se dejó en The Three-Body Problem pero a su vez ampliándola de una forma “galáctica”, Cixin Liu consigue vencer el síndrome del “segundo libro en una trilogía” con grandes dosis de sentido de la maravilla.
Si bien la trama personal del protagonista de The Dark Forest resulta algo floja en algunos tramos, no es obstáculo para el despliegue de ideas que no dejan de asombrarnos. Los diferentes planes que se van desarrollando ante nuestros ojos para proteger a la humanidad son cada uno de una escala mayor que el anterior, complementarios en algunos casos, pero siempre con un alto coste moral (algo que no sé si se explora lo suficiente en el libro).
Supongo que es casi obligado hablar algo sobre la traducción, tarea que en esta segunda entrega recae en manos de Joel Martinsen. Cixin Liu no es el mismo escritor en The Three-Body Problem que en The Dark Forest, pero es que el cambio de traductor también se nota. La prosa se me hizo más árida, más aséptica. La menor presencia de notas a pie de página también es notable, ya que quizán Martinsen buscaba la fluidez en la lectura y la famosa “invisibilidad” del traductor. Esto es un tema de debate muy interesante, me encantaría conocer la opinión de los traductores presentes en la sala al respecto.
Los personajes femeninos también están en retroceso. Me incomoda pensar que Zhuang Yan sea una figura meramente decorativa, pero es que parece que no desempeña otro papel. Me hubiera gustado que alguno de los estrategas del proyecto Wallfacer fuera una mujer. No obstante, la presencia de la capitana Dongfang Yanxu y de Keiko Yamakusi compensa algo este desequilibrio.
En un momento de la trama hay un salto temporal que creo que le viene bien a la historia, ya que con la criogenización podemos mantener a algunos de los personajes pero situados en un escenario totalmente distinto. Por si no nos había quedado claro, The Dark Forest es una loa a la investigación científica y al progreso humano, rebelándose contra el enquistamiento y el conformismo. Este mensaje queda patente en el último tercio del libro, pero es algo que se manifiesta en toda la trilogía.
Solo puedo decir que estoy deseando que leáis el libro para poder comentarlo con vosotros en profundidad.