Me he llevado una tremenda decepción con este libro. Creo que he leído y comentado gran parte de la obra de Claire North, incluso escribí un artículo en Supersonic sobre ella y tenía muchas esperanzas puestas en The End of the Day, pero me he encontrado con un libro cansino y que vaga sin rumbo.
Para empezar, la sinopsis del libro es engañosa. Dice que el protagonista, Charie, conoce a todo el mundo, pero solo una vez. Pues va a ser que no, porque anda que no se los vuelve a encontrar. Esto es una menudencia, pero es un granito de arena más en el zapato.
El problema del libro es la falta total y absoluta de trama. No voy a exigir mucho, me basta con un tenue hilo conductor como usó Polansky en A City Dreaming. Pero es que en este caso solo vemos una sucesión de anécdotas y situaciones con intención moralizante, pero muy deslavazada. Durante toda la lectura no sabía adónde quería llegar la autora y lo que es más grave, parece que ella tampoco.
Ante esta tesitura, me quedaba disfrutar de esas imágenes y escenas, algo que tampoco he conseguido. North utiliza muy a menudo la repetición como herramienta de escritura, pero en este caso ha caído en su propia trampa. Para afianzar una idea se pueden utilizar otros métodos, como exponerla desde distintos puntos de vista. En The End of the Day no funciona así, se machaca una y otra vez, como un martillo pilón que siempre golpea en el mismo punto, siendo en este caso este punto la paciencia del lector. Algunas veces llegaba a ser exasperante volver a oir que el personaje llegaba “as a courtesy, as a warning”.
No solo se repiten expresiones, también hay algunas situaciones en las que Charlie se ve envuelto varias veces. No me hubiera extrañado nada verle decir, “¿por qué seré yo tan secuestrable?”.
Reconozco que no todo son puntos negativos en el libro. Al principio, antes de caer en un bucle infinito, el estilo de North tiene un punto poético. Y es cierto también que algunas de las denuncias que hace, principalmente de tipo social, son encomiables. Me gusta especialmente el golpe en plena línea de flotación de la homeopatía por ser un tema candente, pero cuando se trata de repartir estopa no queda títere con cabeza. El Ku Klux Klan, el racismo, la inmigración, el cambio climático… aquí no se libra nadie. Es una auténtica lástima que el envoltorio de estas ideas quede tan pobre.
Ya van varias reseñas del libro que no os ha gustado nada, y la verdad que no suena muy bien. Yo obviamente le voy a dar mi oportunidad por ser la señorita North, pero voy avisado, eso lo tengo claro. Es una pena que sean así como anécdotas o historietas que no tengan un hilo común y solo sirvan de excusa para tratar diferentes temas. En fin, ya os contaré. Un abrazo^^
Eso, a ver qué te parece.