Una autora tan brillante como Claire North no se da muy a menudo, así que es una gran alegría leer algo suyo. La descubrí con The Gamehouse, la disfruté con Touch, pero su mejor obra (hasta la fecha) es The first fifteen lives of Harry August.
La premisa de la que parte el libro la hemos visto miles de veces en varios formatos (libros, películas). El protagonista muere y vuelve a renacer para vivir la misma vida, pero con los conocimientos acumulados de sus experiencias anteriores. Sin embargo, no es la idea lo que importa si no la forma de desarrollarla y aquí North les da sopas con hondas a los demás.
La estructura de la novela es realmente compleja. El uso de flashbacks es constante y no me quiero imaginar cómo ha debido organizarse la autora para no romper en ningún momento el hilo de la narración ni caer en paradojas temporales. Ríete tú del mural de Lauren Beukes para Las luminosas. Se trata de una trama muy compleja pero en la lectura no se nota absolutamente nada y eso es un mérito extraordinario por parte de la escritora.
La historia está narrada en primera persona con lo que desarrollamos un gran apego hacia el protagonista. Le vemos dar sus primeros pasos titubeantes en la vida, vemos cómo sufre y cómo se rehace con cada dificultad que se encuentra. Le vemos también planificar sus pasos con un alcance de siglos a través de varias de sus vidas. Y todo parece fácil, cuando es obvio que no lo es. Otro gran mérito de Claire North.
Si la escala temporal es muy grande, los escenarios también son muy variados. Es mi impresión personal (puedo estar equivocada) que a la autora le encanta viajar, y hace gala de ello en todos sus libros, que siempre tienen muchísimas localizaciones. Las descripciones de estas ciudades son más concisas que en Touch, y además están tamizadas por el prisma del propio Harry August, así que son muy personales.
Harry, como protagonista absoluto de la novela, es una persona fascinante. Es un ser distinto por su capacidad de volver a nacer en su propio cuerpo, pero no deja de ser humano. Un humano capaz de recordar todo lo que le ha sucedido, y por tanto, de seguir sufriendo el dolor de hace décadas como si fuera reciente. Un personaje movido por las mismas pasiones que nos caracterizan a todos, pero que transciende la vida de los demás hacia un proyecto más avanzado. Es fascinante.
Estoy entusiasmada por la lectura de este libro y no puedo dejar de recomendarlo. Hay que leerlo sí o sí.