Empecé este libro sin tener muy claro cómo clasificarlo y lo he acabado todavía sin saber muy bien dónde ponerlo, así que puede que la reseña sea más embarullada de lo habitual.
Lo primero que no tengo muy claro es si es un libro de género. Está publicado por una editorial generalista, aunque ello no es óbice para que sea de ciencia ficción, bastante ejemplos tenemos de esto. La idea subyacente que da lugar a todo el relato es un tratamiento de última generación que hace que la protagonistas Dorothy reviva las vidas de sus antepasadas, lo que deja a toda la narración en un equilibrio inestable entre la fantasía y la ciencia ficción según nos creamos o no la base científica del tratamiento. Creo que este es un tema de debate de cierto calado para tenerlo con otras personas que hayan leído la novela, así que si alguien lo ha hecho me encantará comentarlo.
La prosa es exquisita, realmente se nota como Jamie Ford ha trabajado cada uno de los puntos de vista, que he de decir que son apasionantes. Eso sí, la novela no es para leer en un momento de tristeza existencial, porque las vidas de las antepasadas de Dorothy son durísimas, desde la primera mujer china que pisó EE.UU. como atracción de feria con sus pies vendados a la joven confinada durante una plaga. En una novela con tantos personajes principales suele ser difícil que todos los puntos de vista sea igualmente interesantes, pero el autor consigue manejar los capítulos con sabiduría y dejando el interés de cada trama en cada momento con mucha tensión.
También es merecedora de elogio la producción del audiolibro que he escuchado, con una voz distinta para cada una de las siete protagonistas, que hace que sea más fácil seguir el vaivén de líneas temporales y de historias, aunque claro, también habrá algunas que nos gusten más que otras dentro del elenco de lectoras.
En ningún momento me ha resultado confuso a pesar de los múltiples cambios de narradora, si bien es cierto que en el tramo final, la primera escena del desenlace me dejó un tanto descolocada, hasta que entendí lo que pretendía hacer el autor, me quedé un poco… pero si esto ya lo he leído… Afortunadamente entré en el juego y vi como todas las piezas que había ido colocando en un determinado orden podían mutar para contar un final de la historia completamente distinto. Incluso diría que el epílogo también me sirvió para poner aún más en situación una historia de gran profundidad y calado emocional.