No sé si caí víctima de su campaña de marketing o quizá mis expectativas eran demasiado elevadas, pero la lectura de The Phoenix King no me ha terminado de convencer. Probablemente sea debido en primer lugar a las cantidades homeopáticas de tecnología que se introducen en la historia para intentar que sea fantaciencia o el término que se utilice ahora para la fantasía que se mezcla con la ciencia ficción, o simplemente que la historia de Elena se hace muy pesada.
Los valores de producción del audiolibro son muy altos, con cuatro intérpretes distintos para cada punto de vista, todos desarrollando una labor encomiable con un texto al que quizá no le habría venido mal un poco de poda. Los lectores son Soneela Nankani, Deepti Gupta, Vikas Adam y Akshay Kumar.
El relato en sí es bastante previsible, con un rey que prepara la sucesión del trono para su hija, aunque esta sea incapaz de doblegar el fuego sagrado que es el fundamento de su poder. Las profecías auguran el advenimiento de un poder que pondrá en peligro el reino, ya de por sí rodeado de poderosos enemigos y el rey decide cortar por lo sano para evitar esta presencia desequilibrante, desencadenando una ola de muertes que no parece la más correcta para mantener la paz en el reino. ¡Qué manía de intentar destruir las profecías de raíz en vez de retorcerlas para su conveniencia!
La presencia de Yassen Knight, su ejército y su compañero, es un mal necesario para afrontar los previsibles ataques de los reinos vecinos ante la supuesta debilidad de la heredera. También es mala suerte tener que poner al zorro a cuida a las gallinas, desde luego este rey es un fino estratega.
El resto del libro, de considerable duración, son las vueltas y más vuelta que Elena da para ir descubriendo en los documentos más antiguos la raíz de la magia y qué sucedió en realidad con su madre en el pasado, unido a una totalmente inesperada (cof, cof, previsible hasta decir basta) relación amorosa que pondrá en peligro el reino. Una serie desordenada de peripecias que quizá convenzan a otros lectores pero que a mi, la verdad, me dejaron muy fría.
Entiendo que es un libro que tuvo el suficiente éxito como para ser republicado por una editorial con más músculo como Orbit, pero sinceramente, no sé qué le vieron.