A veces es la cubierta de un libro lo que te impulsa a leerlo, aunque no conozcas el autor. Esa mano que mueve como un títere una corona fue lo que me llevó a The Sins of Kings, aunque luego me encontrara un libro escrito con oficio, pero poco original en sus pretensiones. Esto es algo que me sucede cada vez más con la fantasía, me acabo cansando del reino pseudomedieval envuelto en intrigas palaciegas y guerras por el control del terreno con el toque de magia que corresponda.
Daniel Thomas Valente tenía una idea muy ambiciosa en mente cuando comenzó a escribir esta novela y la serie a la que da comienzo y no negaré que sale bien parado en cuanto a la ejecución, pero de ideas me parece que iba un poco más cortito, porque tanto la dinastía que lleva siglos en el poder como la heredera que se camufla para parecer uno más entre el pueblo llano no son de lo más original que puedas leer en el género. Hay diversos puntos de vista y están bien equilibrados, es solo que me suena a historia ya conocida y repetida hasta la saciedad.
Es cierto que trata algunos temas de más profundo calado social que las batallitas entre ejércitos, como el racismo y la desigualdad social, pero creo que le hacen un flaco favor al compararlo con la obra de Abercrombie, que le da sopas con honda. El libro está bien escrito y se ve que el escenario está bastante trabajado y nos deparará alguna sorpresa en las posteriores entregas. Tiene un primero capítulo impactante, que luego se ve lastrado por una bajada en el ritmo de la aventura, debido principalmente a la presentación de los personajes, que son muchos, y a los cambios de punto de vista, que quizá necesitarían una revisión.
También suena bastante tópico la existencia de una “amenaza que vuelve desde el pasado” y en general, el tono de la magia a la que se hace referencia en el libro es muy del siglo pasado. No creo que sea imprescindible explicar cada regla de la magia y aplicarla como axiomas en el desarrollo de un libro, pero tampoco me gusta el “lo hizo un mago” de Lucy Lawless en los Simpsons, dicen que la virtud está en el equilibrio y aquí al menos no lo encontramos.
Para ser una primera novela me parece interesante y le veo potencial a la historia, acompañada por una prosa atractiva. Espero que se desarrolle el mundo de una forma más interesante y que el autor sea capaz de aportar alguna idea más novedosa en la siguientes entregas de la saga.