The Soul Thief es la segunda entrega de la trilogía que comenzó titubeante con The Assassin Thief pero que va mejorando paulatinamente.
El libro comienza justo donde quedó la historia en el anterior, con Telium culpable de un acto que puede romper la frágil paz entre reinos y prisionera de los elfos. Pero, en vez de condenarla por sus actos, la reina decida aprovechar sus habilidades mágicas para detener la rebelión.
Madeline Te Whiu equilibra en esta ocasión bastante mejor el peso del romance y de las intrigas en la historia, ya que aunque todos sabemos cómo acabará la relación de la protagonista con Paxium, deja que los avances se vayan cociendo a fuego lento. Además, nos muestra un lado más humano que curiosamente se ve favorecido por la existencia de Paxium. El hecho de que haya de volver a sus orígenes para solicitar ayuda y enfrentarse a los demonios de su pasado le añade más contexto al mundo en general y a su historia personal en particular.
El ritmo puede hacerse pesado en ocasiones porque como digo, la autora no acelera en ningún momento, todo se narra de forma pausada, quizá incluso parsimoniosa.
También la presencia de avatares elevan el contenido mágico de la historia y las explicaciones sobre los poderes de Telium, aunque concisas y que dejan espacio para investigar más, abren nuevas áreas para la especulación.
Quizá lo que menos me ha gustado sea la reiteración de la amenaza del enemigo, pero sin que llegue a hacerse efectiva prácticamente en toda la novela, lo cual deja un poco coja toda la búsqueda de ayuda que llevan a cabo los dos protagonistas.
La narración del audiolibro por Tanya Schneider cumple perfectamente su labor, inculcando emoción en los pasajes que más lo necesitaban y realizando una labor más que correcta a lo largo de las horas de lectura.
El final en cliffhanger que parece casi obligatorio en todos los libros de una serie nos dejará con ganas de saber cómo acaba la historia. No es un libro que vaya a cambiarte la vida, pero sí uno que te dejará buen sabor de boca.