En las galeras romanas existía una figura que marcaba el ritmo de los remeros a base de golpes de tambor y cuando estaba leyendo The Trouble with Peace no me costaba imaginar ese sonido dominado por Abercrombie, capaz de marcar un ritmo hipnótico desde el principio de la novela y que este vaya in crescendo conforme vas devorando los capítulos.
Y es que el autor de Lancaster es todo un maestro en la gestión del tempo de sus libros, manteniéndote atado a sus páginas gracias a sus maravillosos personajes, su convulsa trama y una dosis de culebrón folletinesco digna de una mezcla entre Cristal y Topacio.
The Trouble with Peace es una continuación directa de A Little Hatred, donde ya comenzó a pasar el testigo de unos personajes a los que conocíamos como la palma de la mano a una nueva generación que también acabará haciéndose un hueco en nuestros corazones. Supongo que lo más destacado en este aspecto es la renuncia de cierto personaje al que considerábamos tan poderoso como insoslayable, pero que sale del libro sin apenas alharacas.
Esta segunda novela difiere de la anterior en una menor carga de crítica explícita al capitalismo (existe pero no es tan señalada) para virar hacia la inutilidad de la guerra, un tema que ya trató en la maravillosa Los héroes. Las ambiciones de alfeñiques encumbrados por su herencia y su sensación de importancia acaban con la vida de miles de personas en un solo día, en un resumen acertado y cruel de lo que implica la guerra .
Me parece también excelente que vuelva a utilizar en un capítulo de descripción de la batalla, algo eminentemente confuso ya de por sí, esa especie de travelling de cámara con el que va cambiando de personajes y narrando un pequeño momento, un fogonazo que nadie recordará pero que puede ser desde el momento final de sus vidas en un carga a una simple aportación en el esfuerzo bélico.
Abercrombie dedica una parte importante de la novela a los movimientos estratégicos en la búsqueda de aliados y refuerzos para el enfrentamiento, haciéndonos creer que la superioridad numérica es la que puede desequilibrar la batalla, pero conforme va avanzando la lectura vemos que hay acciones aisladas, aparentemente inanes, que son las que cambian el curso de los acontecimientos y por lo tanto, de la historia.
The Trouble with Peace es una historia tan absorbente que el único consuelo que me queda en espera del siguiente libro es saber que Abercrombie ya lo tiene escrito y que no pasará mucho tiempo hasta que podamos terminar la trilogía The Age of Madness.