Conocí este libro gracias a que el autor Bradley P. Beaulieu puso a disposición de los posibles votantes a los Hugo su continuación, “The Straits of Galagesh” y cuando me puse en contacto con él me ofreció ambos para poder hacerme una idea completa de la obra.
La ambientación de esta trilogía fantástica es muy llamativa. Unos archipiélagos rodeados de mares inhóspitos, con una estructura feudal similar a la Rusia zarista (con un Gran Duque en vez de un Zar) y unos impresionantes barcos que navegan por el éter. Todo esto aderezado con un sistema de magia complejo, una plaga que ataca a las cosechas y a las personas sin hacer distinción e intrigas políticas de gran calado. A priori, parece muy interesante y lo es, pero a veces resulta difícil seguir las tramas.
En este extenso libro los puntos de vista se alternan entre tres personajes: Nikandr, hijo del duque de Khalakovo, Atiana, su prometida hija de otro duque rival y Rehada, su amante de clase baja que pertenece a un grupo, los Maharraht, que se rebela contra el poder establecido. Aunque la trama gira en torno a Nikandr, los personajes femeninos son mucho más interesantes. A mí me ha gustado especialmente Atiana, porque Rehada lleva a cabo una acción al principio del libro que soy incapaz de perdonarle.
El conflicto se desencadena cuando el Gran Duque, de visita en los dominios de Khalakovo para reunirse con el resto de la nobleza, muere víctima de un ataque de un espíritu del viento que se cree ha sido invocado por los Maharraht. Aprovechando la ocasión los duques culpan de la conspiración a Nikandr y su familia. La clave de todo puede tenerla Nasim, un joven extraño que se encuentra a caballo entre dos mundos sin pertenecer a ninguno y que tiene una conexión especial con Nikandr.
Aunque es la primera de una trilogía, la novela se cierra de una forma satisfactoria y deja ver atisbos de lo que se narrará en la continuación, pero sin dejar colgado al lector en espera de la siguiente entrega.
Me gustaría resaltar el gran trabajo que ha realizado el autor en los complementos de sus libros, como este mapa interactivo que al consultarlo facilita el posicionamiento dentro de la historia.
De una forma similar a la que utiliza Steven Erikson, Bradley nos sitúa en mitad de la acción sin tener muy claro el contexto y eso ya es un pequeño handicap para la lectura, aunque hacia la mitad de libro ya nos familiaricemos con la terminología rusa un pequeño glosario como éste no hubiera estado nada mal. Del mismo modo, para alcanzar a comprender la magia de este mundo se requiere un esfuerzo activo por nuestra parte, ya que los dos grandes sistemas de magia presentados: las Matri y las invocaciones de elementales, no son explicados en detalle.
Obviando esta posible confusión y ciertas dificultades con el ritmo de la novela, achacables quizá al hecho de ser la primera de este autor, la lectura de Winds es recomendable, ya que nos alejamos algo del camino trillado de la fantasía ubicada en una época pseudomedieval europea. Es por esto que no dudé en apoyar su proyecto en Kickstarter para autopublicar el tercer libro de la trilogía.
6 respuestas a «The winds of Khalakovo»