Dentro del proyecto #LeoAutorasOct decidí revisitar una escritora que en su momento no me convenció pero que tuvo grandes alabanzas por parte de la crítica. Me estoy refiriendo a Sofía Samatar y su libro The Winged Stories.
La acción se sitúa de nuevo en Olondria, ese país desconocido en el que ya asistimos a los viajes de Jevick. Pero en esta ocasión la estructura escogida es distinta, ya que el libro lo conforman cuatro relatos entrelazados entre sí.
La prosa vuelve a ser de una precisión milimétrica e incluso se diría que más mesurada que en A Stranger in Olondria, por lo que resulta un placer entretenerse en leer algunas de las descripciones del pintoresco folclore ideado por la autora. Y sin embargo, la novela sigue siendo fallida para mí. En esta ocasión lo que no funciona es la propia historia, que no consigue captar mi interés.
Y no será por falta de intrigas palaciegas o rebeliones cortesanas, de las que el libro viene cargado. Incluso se puede decir que existen algunas escenas de acción (no demasiadas). Pero es el ritmo del libro y la trama lo que no acaba de funcionar. Algunos de los saltos temporales, en los que va a explicando temas del pasado son tan abruptos que hace falta reflexionar mientras vas leyendo sobre en qué momento está sucediendo lo narrado. Y realmente no queda claro qué está haciendo cada personaje debido a estos cambios tan acusados en la línea temporal.
También es posible que la absoluta falta de empatía que despiertan los personajes me haya sacado de la narración. Y es que las distintas historias familiares que se entrelazan podrían haber dado mucho juego, pero creo que se desperdicia esta posibilidad en aras de una claridad expositiva que tampoco se consigue.
En resumen, The Winged Stories, amplía la mitología de Olondria, incluso nos deja ver cómo funcionan algunas de sus sociedades más distantes, desde la trashumancia a la vida en los castillos más emperifollados. Se puede tomar como un estudio de la mitología propia de esa tierra e incluso alguno de sus alegatos religiosos hubieran merecido más exposición, pero al final estos puntos interesantes se pierden en una trama deslavazada e innecesariamente enrevesada.