Al parecer la novela de debut de Anthony Ryan tuvo mucha repercusión en su tiempo, pero he de reconocer que yo no tengo recuerdo de haberla visto ni tan siquiera publicitada. Por curiosidad, me acerqué a The Wolf’s Call como un nuevo punto de entrada en ese universo, para ver si me interesaba la historia o la forma de escribir del autor, mas lo cierto es que se trata de una novela de fantasía correcta pero para nada innovadora. Reconozco que como no he leído las obras anteriores, es posible que muchas referencias se me hayan pasado por alto, pero también puedo afirmar sin temor a duda que es una novela que se sostiene por sí misma.
El ascenso al poder y casi a la deidad del malvado de turno resulta atractivo por el simple hecho de que es el carisma del personaje el que obtiene la fidelidad de sus súbditos. El protagonista, Vaelin, es un héroe que se ha retirado a vivir con tranquilidad y a pesar de que sería el más adecuado para enfrentarse a este nuevo poder, no se convence de hacerlo hasta que las noticias de un antiguo amor suyo en manos del malvado llegan a sus oídos.
Las escenas épicas están narradas con cierta economía de medios, pero eso no les quita atractivo. El sistema mágico es un poco aleatorio, cada uno desarrollará el poder que sea sin tener necesariamente una relación causa efecto. El ritmo de la narración está bastante bien conseguido, sin llegar a decaer a lo largo de las páginas, algo de agradecer en una novela de esta dimensión. El viaje que emprende Vaelin permite que Ryan explore las distintas sociedades que componen el Reino Unificado, algo que añade complejidad y sobre todo, da consistencia al escenario en el que desplegará a los personajes.
The Wolf’s Call me parece una novela de fantasía correcta con sus toques grimdark y cierto realismo sucio, que aunque no me ha terminado de convencer para dedicarme a la lectura de las entregas anteriores, si ha conseguido atraerme lo suficiente como para seguir con esta saga actual.