Aunque mi primera experiencia con Scotto Moore fue decepcionante, le reconozco la extraordinaria capacidad imaginativa que puebla sus páginas, ya que es capaz de lanzar ideas aparentemente inconexas y conseguir un discurso más o menos coherente. Me lo imagino cogiendo esos dados para crear historias y lanzando toda su colección a la vez para luego meterlo todo en la batidora, a ver qué sale.
En el caso de Wild Massive, el experimento sale bien. Toda la novela se emplaza en un edificio de dimensiones desconocidas, en el que cada piso es un reino distinto, a los que se va accediendo por los ascensores. Es un multiverso ad hoc, para uso y disfrute del autor. Moore utiliza mucha tecnojerga para darle una pátina de ciencia ficción pero estamos ante una novela claramente fantástica, donde la magia tiene un importante papel en el desarrollo de la trama. También lleva a cabo un juego metaficcional interno, ya que en los parques de atracciones en los que se desarrolla gran parte de la novela también se está ficcionando eventos que ocurrieron realmente en el pasado, dando lugar a una reconstrucción de la realidad de la mano de la ficción. Es un “la historia la escriben los vencedores” supervitaminado.
Desde luego, hay que entrar en el juego del autor desde el principio y encender la suspensión de la incredulidad para poder disfrutar de una novela tan alocada como esta. Y eso que, a pesar de todo, también tiene sus mensajes contra el totalitarismo y en general contra las intervenciones armadas, pero todo se diluye un poco ante el aluvión de cosas sorprendentes que nos bombardean desde cada página (máquinas del tiempo portátiles, poderes psíquicos, adivinación del futuro al escribir un diario, cambiaformas… por poner unos ejemplos).
La labor de la lectora del audiolibro, Suzy Jackson, es encomiable, dando voz propia a la panoplia de personajes que desfilan por sus páginas y sin dejarse llevar por la vorágine en la que se convierte en ocasiones el libro.
Es difícil condensar una novela tan repleta de contenido como es Wild Massive y no engañaré a nadie si indico que hay que entrar en su juego para poder disfrutarla. Así que, si te apetece leer algo bastante alocado, que en ocasiones recuerda a Jasper Fforde desatado, este es tu libro.