En anteriores entregas de la serie ucrónica World War 2.2 nos encontrábamos con distintos escenarios europeos, pero en este sexto tomo saltamos al teatro de operaciones del pacífico, en concreto a la ciudad de Pekín.
La historia es muy diferente a como la conocemos, desde la muerte de Hitler antes de la guera las alianzas de poder son distintas a las habituales: los rusos siguen aliados con los nazis y los americanos aúnan esfuerzos con los japoneses, que se baten en terreno chino. Es en este contexto donde un teniente americano, Hayward, es destinado a Pekín para hacer de intérprete en las negociaciones.
Aunque este cambio de aires me hizo pensar al principio que la serie iba a mejorar en esta entrega, nada más lejos de la realidad. En este caso no es que el guión falle, es que me resulta repugnante. Sin ánimo de destrozar la trama, se nos presentan una serie de vejaciones que me revuelven las tripas, con unas imágenes en ocasiones rozando el gore. Definitivamente, no es un tebeo para estómagos sensibles.
Me estoy planteando seriamente comprar o no la última entrega, seguramente lo haré por completismo, pero este sexto cómic me ha quitado las ganas.